En un contexto en el que las autoridades financieras han señalado que más de un año después del comienzo de la pandemia persisten riesgos en ciertos segmentos de crédito, la banco comercial ha incrementado 30 por ciento sus reservas de recursos en caso de que aumente el impago por parte de sus acreditados, revelan cifras oficiales.
Las mayores precauciones que están tomando las entidades financieras privadas se da pese a que éstas aseguran que la morosidad por parte de sus clientes va a la baja.
De acuerdo con las cifras disponibles más recientes de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), hasta el mes de mayo, las reservas adicionales del conjunto de bancos que operan en el país alcanzaron un monto de 34 mil millones de pesos, lo que representó un aumento de 34.5 por ciento si se compara con el mismo mes del año pasado.
Según el organismo, se trata de la cifra más alta para un mes similar desde que se tienen registros, y se da justamente un año después del momento más crítico de la emergencia sanitaria que provocó el cierre de la mayoría de las actividades económicas. A decir del Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (compuesto por las principales autoridades en la materia del país), aún prevalecen los riesgos en la cartera vencida, sobre todo en los sectores de ingresos más bajos.
“En virtud del impacto de la pandemia sobre la economía y el sistema financiero mexicanos, continúa la incertidumbre respecto de sus efectos sobre la cartera de crédito asociada a los sectores más vulnerables o acreditados cuyos ingresos han sufrido las mayores afectaciones”, expresó el martes de la semana pasada el organismo.
Sin embargo, la Asociación de Bancos de México (ABM) y algunas de las instituciones de crédito más importantes del país han dicho que el índice de impago se encuentra en un punto que va a la baja, debido a todos los programas que se pusieron en marcha que tuvieron como fin apoyar a los deudores.
Por otra parte, según la última información de la CNBV, el saldo de las reservas tradicionales de la banca se situó en un monto de 201 mil millones de pesos, lo que representó una disminución de 8.4 por ciento si se compara con los 207 mil millones reportados en mayo pero de 2020.
Específicamente, en el segmento de consumo, uno de los más golpeados por la crisis económica y sanitaria, el saldo de las reservas de crédito se colocó en 83 mil millones de pesos, cifra 20.8 por ciento menor con respecto a los 99 mil millones que se crearon en el quinto mes pero del año pasado.
Así, en el segmento de las tarjetas de crédito, el monto de las reservas tradicionales alcanzó una cifra de 40 mil millones de pesos, lo que significó una disminución de 18.9 por ciento en el periodo de referencia.
En los financiamientos personales, la cifra llegó a 16 mil millones de pesos, es decir, un 38.1 por ciento menos con relación a mayo de 2020; mientras que en los préstamos que son otorgados por medio de la nómina de los trabajadores, el monto se colocó en 17 mil millones de pesos, reducción de 10.7 por ciento en el mismo periodo.
En tanto, en los financiamientos que son otorgados para la adquisición de bienes de consumo duradero –como los crédito automotrices– el monto de las reservas fue de 8 mil millones de pesos, cifra 5.4 por ciento más alta si se compara con los 7 mil millones reportados en mayo de 2020.