Dos tropezones registró la semana futbolística, y no precisamente en la cancha. Uno lo protagonizó el titular de la Federación Mexicana de Futbol, Yon de Luisa, quien terminó diciendo que no quiso decir lo que dijo acerca de que los castigos por el considerado grito homofóbico, impuestos por la FIFA, se aplicarían en la selección femenil de Mónica Vergara. Al directivo le cayó encima una fenomenal avalancha de críticas.

De Luisa sumó otra joya a aquella declaración de que a la selección mexicana entrarán “todos los naturalizados” que tengan calidad. Esta vez se le ocurrió anunciar que el castigo por el grito emitido en el torneo Preolímpico de Guadalajara se saldaría en presentaciones del representativo femenil... Perdió el norte, engolosinados como están con el equipo varonil, tan productivo a lo largo y ancho del territorio estadunidense.

Es decir, el castigo por un grito reprobable se pensó en reparar con un acto todavía más ruin. Las mujeres merecen público y aplausos por la entrega con que juegan al futbol. Es más, la Liga Mx debería determinar que los partidos de ellas tengan como escenario los estadios. Si de verdad quieren equidad, que dejen de ponerlas a jugar en Colomos, en Coapa, en Metepec… Las futbolistas se encargarán de demostrar que su liga también puede ser lucrativa.

Hasta la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados alzó la voz, no faltaron los del movimiento LGBT, quienes consideran que la Federación tiene “doble moral” porque quiere apagar el “Eh... puto” superponiendo el argumento que más le interesa: el de no sufrir castigos que le representen pérdidas económicas… A Mónica Vergara, quien ha tenido un triste arranque, no se le ocurrió otra cosa, sino respaldar a De Luisa.

El otro “resbalón” lo protagonizó Gerardo Martino, quien en la víspera del partido frente a Panamá, palabras más, palabras menos, dio a entender que la Sub-23 no está para hazañas en los Juegos de Tokio, ya que enfrentará a la poderosa Francia y al anfitrión Japón, aunque sí le ve “condiciones para competir, pero sin la responsabilidad de llegar hasta lo último”, declaró. Al Tata se le olvidó que México ya paladeó el oro y siempre tendrá la legítima aspiración de volver a conquistarlo.

En México, tras Londres 2012, quedó la convicción de que sobra talento y sólo faltan el respaldo y preparación óptimos, eso corresponde a los federativos. Sin embargo, Martino evidenció cierto desdén y considera más importante ganar la Copa Oro y enfocarse hacia la eliminatoria mundialista. En ese afán, se reservó a jugadores experimentados que por su edad encajaban en el equipo olímpico que el jueves viajará al país asiático con Jaime Lozano al frente.

Una cosa es la innegable y legítima necesidad de reponerse económicamente tras el golpe que ha significado la pandemia, y otra la de descuidar tan de fea forma el aspecto deportivo. El anunciado juego contra Nigeria ilusionaba en el papel, hasta que en la cancha del Memorial Coliseum se vio a un rival irreconocible, un plantel C o D del país africano. Otro fiasco en calidad, aunque la taquilla fue excelente, con la entrada de más de 53 mil aficionados.

El sábado arranca la Copa Oro, torneo creado en 1991 por el tristemente célebre personaje del Fifagate, Chuck Blazer, ya fallecido. El torneo hace honor a su nombre, es una mina de oro para la Concacaf, al grado que desde el 11 de junio se informó que los 60 mil boletos para la final, el 1º. de agosto en el Allegiant Stadium de Las Vegas, se vendieron como pan caliente ¡en 90 minutos! Al parecer también la reventa en la llamada “Ciudad del pecado” hace de las suyas.

Los equipos de la Liga Mx están enfrascados en ganar ritmo con miras al arranque del Apertura 2021. Toluca vio frustrado su ensayo frente al Puebla por un brote de Covid entre los camoteros, Televisa y Grupo Orlegi pactaron encuentros de sus equipos en Estados Unidos, también Tigres irá por su cosecha de dólares. En tanto, suena, apenas como un leve zumbido, que Amaury Vergara analiza vender a las Chivas del Guadalajara.