Ante la "sequía histórica" que se presenta desde 2020, la Ciudad de México carecerá de agua potable el próximo año, por lo que se debe establecer una política pública permanente con mecanismos para aprovechar agua de lluvia en edificios públicos y unidades habitacionales, sostuvo Rafael Sánchez Bravo, director del Departamento de Irrigación de la Universidad Autónoma Chapingo.
Planteó la construcción de un Acueducto Nacional desde el sur del Golfo de México hasta la frontera con Estados Unidos para aprovechar los excedentes de lluvia en el sur-sureste del país. Indicó que es viable crear un Canal de Recuperación de Agua de Lluvia que se desborda en los ríos Grijalva, Usumacinta y Coatzacoalcos pues con ello se evitarían las inundaciones anuales en Chiapas, Tabasco y Veracruz.
Aseveró que hay estudios sobre la existencia de una curva de nivel de laderas en el Golfo de México que permiten crear un Sistema Hídrico Integral e Inteligente para el aprovechamiento de agua de lluvia muy similar al sistema Cutzamala.
En un comunicado agregó que la realidad muestra que el ciclo de lluvia en el continente está afectado por el cambio climático y a ello se suma el aumento de escurrimientos hídricos que en realidad es pérdida de agua a lo largo del país.
“Como el problema se agrava cada vez más es necesario aceptar que la solución no está únicamente en manos del Gobierno Federal o gobiernos locales sino que la sociedad debe sumarse, se puede plantar un árbol que son sombras necesarias para la Ciudad e indispensables en las montañas para que se forme suelo que a su vez sea nicho del agua”.
Consideró que también sería conveniente construir estructuras que frenen el escurrimiento en laderas, que sean bordos, trincheras, para disminuir las fugas de agua.