Ciudad de México. Miles de personas acudieron este martes a realizar los trámites para obtener la tarjeta que le otorga la Secretaría del Bienestar (SB) a las personas adultas mayores de 65 años que no cuentan con una pensión, lo cual generó filas muy largas alrededor del inmueble donde se llevan a cabo esas diligencias.
Sabedoras de la enorme cantidad de gente que llega a la Torre Bienestar –ubicada en Paseo de la Reforma-- para dejar los documentos con los que obtiene el plástico, hay personas que llegan desde las 4 o 5 de la mañana, armados de paciencia, y muchas de ellas con banquitos y cobertores que les permiten hacer más llevadero el tiempo de espera.
Antonio Arias, por ejemplo, llegó junto con su esposa Concepción Lorenzana a las 6 de la mañana, pero aún con ese tiempo de anticipación, encontró una fila de varios cientos de personas, algunas de las cuales le contaron que se habían quedado a dormir desde un día antes con tal de conseguir una ficha para ser atendidos.
Sin embargo, dice, la espera vale la pena porque “a nuestra edad ya no tenemos empleo y las pensiones son muy bajas. La verdad, me sirve de mucho para sacar nuestros problemas económicos. Antes podíamos ir a las tiendas a empacar, y ahora ya no. ¿De qué otra forma se puede uno seguir manteniendo?”, se preguntó.
El hombre, de 67 años de edad, consideró que para evitar la formación de filas tan largas para realizar el trámite de obtención de la Tarjeta del Bienestar sería necesario que en cada alcaldía se pueda llevar a cabo este papeleo, en vez de concentrar a toda la gente en un solo lugar, donde no se siguen protocolos de prevención ante el Covid-19.
De igual forma, lamentó que los teléfonos en los que se supone que pueden ser atendidos los beneficiarios del programa, no son contestados por nadie.
Al final de la “cola”, después de seis largas horas –de las 7 de la mañana a la una de la tarde--, Álvaro Castrejón, de 66 años de edad, finalmente muestra el papel que comprueba que ya hizo el trámite para obtener la tarjeta, y aunque admite que la espera es pesada, también considera que las autoridades han logrado atender bien la demanda.
“El trato ha estado bien. Somos chillones, la verdad: queremos que todo se resuelva o que la atención nos la den nada más a nosotros, pero no…”, indica el hombre, quien requiere los fondos de ayuda para ayudar a su esposa –quien tiene diabetes, hipertensión y dos “soplos” cardiacos—, a su hija e incluso a sus nietos.
Para atender con más rapidez a los solicitantes, decenas de trabajadores de la SB –identificados con un gafete—recorren la fila para recoger los documentos que deben entregarse para tramitar la Tarjeta del Bienestar, que son fotocopias de acta de nacimiento, CURP, comprobante de domicilio e identificación oficial.
El trámite de dar esos papeles y llenar un formato de registro, a decir de usuarios y trabajadores, dura entre 10 y 12 minutos, después de los cuales las personas ya pueden retirarse del lugar.
De acuerdo con el personal de la SB, se atiende a los solicitantes de ayuda aunque no hayan obtenido una de las fichas que se reparte en la mañana, y las actividades de registro terminan hasta que no haya nadie en la fila, lo cual sucede alrededor de las 16 horas.
Asimismo, los empleados de la dependencia le explican a las personas adultas mayores que la ayuda económica para quienes se acaban de registrar aún tardará en llegarles entre dos y tres meses.