Hasta diciembre de 2018 en el territorio nacional había 913 sitios contaminados por actividades mineras, de hidrocarburos, agríco-las e industriales. De éstos, 756 se localizan en zonas rurales y 157 en urbanas, de acuerdo con el Índice Nacional de Sitios Contaminados (INSC) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Además, hay un registro de 594 sitios potencialmente contaminados, se trata de aquellos en los que se presume un problema ambiental, pero no se ha realizado un estudio que permita comprobar su contaminación, indica el proyecto del Programa Nacional de Remediación de sitios contaminados 2021-2024, a consulta en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria.
Explica que estos sitios se identificaron entre 2006 y 2011 a través de un levantamiento de información de campo, sobre todo en Veracruz, Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Colima, estado de México, Michoacán, Chihuahua, Aguascalientes y San Luis Potosí.
Agrega que hay alrededor de 40 sitios de aguas subterráneas contaminadas, de los cuales sólo tres fueron en zonas rurales, “en este número aproximado de sitios de aguas subterráneas contaminadas, se incluyen pocos casos por fugas o derrames por tomas clandestinas”.
Sumado a estas cifras, agrega el documento, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático tiene información sobre sitios contaminados con mercurio y plaguicidas. En 2017, en un estudio que hizo con el Servicio Geológico Mexicano para identificar los principales yacimientos de mercurio en el país, específicamente en la Sierra Gorda de Querétaro, se encontraron dos áreas mercuriales importantes: la de San Joaquín y la de Plazuela-Bucareli, en las que se ubican varias minas que fueron productoras de dicho metal.
Explica que la contaminación del suelo y el agua tiene impactos negativos en el ambiente y en las personas. “De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, los contaminantes en suelo degradan la biodiversidad y funcionamiento del suelo y pueden reducir la productividad agrícola, así como causar enfermedades e incluso la muerte en seres humanos y en la flora y fauna silvestres”, apunta.