Desde luego, el gobierno quiere una clase media, “sacar de la pobreza a millones de mexicanos para constituir una nueva clase media más humana, más fraterna, más solidaria”, adujo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el Salón Tesorería de Palacio Nacional también respondió que sí, que la fiscalía de la Ciudad de México investigue a todos los involucrados en la construcción y operación de la línea 12 del Metro, “y hay que esperar a que dé una respuesta legal, formal y nada más, no politizar, no seguir sacando raja, por eso muchos se confundieron”.
Parte de su alocución la ocupó en recordar el reciente bombardeo, “constante de mentiras y calumnias” de la mayoría de los medios de comunicación. “Yo sostengo que fue muy fuerte la campaña de manipulación, la guerra sucia, sobre todo en la ciudad y muchos ni supieron por lo que votaban, estaban muy alterados, obnubilados en contra de nosotros, del proyecto de transformación”.
Así pasó a matizar sus diferencias con la clase media, de la que hay un sector que es muy individualista, egoísta, orientado a progresar en lo material, sin importar el bienestar del alma, y por ello él seguirá dando el debate.
“Sí queremos una clase media. Sacar de la pobreza a millones de mexicanos, que mejoren en sus condiciones de vida, en sus condiciones de trabajo, pero que también no dejen de voltear a ver a los desposeídos, los necesitados, a los marginados, que no se le dé la espalda al que sufre.
“Y que además estén más conscientes y más politizados para que resistan campañas de manipulación. Entonces, tiene que ser una gente muy despierta, muy inteligente. Y muchas veces esto no tiene que ver sólo con el nivel académico, hay quienes tienen nivel licenciatura, maestría, doctorado y son muy susceptibles a la manipulación.”
Línea 12
En un momento de su conferencia de prensa matutina, el mandatario respondió a la pregunta de un reportero, quien le expuso: “Como usted nos solicitó denunciar la corrupción, aquí le voy a entregar documentación nueva: investigamos que Mario Delgado Carrillo dio cuatro pagos de 158 millones de dólares contra entrega de los 30 trenes, y los trenes de CAF (empresa española) de la línea 12 resultaron 68 por ciento más caros que los trenes de llantas de hule de la línea 1”.
La réplica de López Obrador redundó en que se debe investigar a todos, “sí, a todos”. Entonces reiteró que en la capital del país permeó la campaña mediática contra la Cuarta Transformación: “Muchos se confundieron, se utilizó mucho lo del accidente lamentable, la desgracia del tren de Tláhuac, del Metro de Tláhuac, porque nuestros adversarios no tienen escrúpulos de ninguna índole, ellos querían derrotarnos, que no alcanzáramos la mayoría en la Cámara de Diputados y se lanzaron con todo, nada más que no pudieron.
“Sin embargo, la campaña fue incesante, profunda, perversa, en todos los medios de información, con honrosas excepciones. Es una prensa vendida, alquilada, una prensa corrupta la que se tiene en el país desgraciadamente, con honrosas excepciones. Nunca se había atacado tanto a un gobierno como ahora.”
Antes había colocado como ejemplo de la estrategia de los adversarios del gobierno a Gabriel Quadri –hechura de la ex lideresa del SNTE Elba Esther Gordillo– y pidió que se reprodujera un interrogatorio televisivo a éste antes de los comicios del 6 de junio, donde califica de dictadura una hipotética extensión de mandato presidencial o adelantaba que modificarían el presupuesto para cancelar el Tren Maya, la refinería, el aeropuerto de Santa Lucía y el programa Sembrando Vida.