Durante la crisis sanitaria del coronavirus, la clase trabajadora más afectada ha sido la de la Ciudad de México, el motor económico del país, lo que podría generar una “equivocada percepción de menor desigualdad entre los estados del país”, alertan catedráticos.
De acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), la capital del país perdió 210 mil 826 empleos formales entre febrero de 2020 y mayo de 2021, ubicándola como la entidad federativa que registra la mayor pérdida de empleos formales.
En la revista de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Luis Monroy-Gómez-Franco, investigador asociado externo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, sostiene que lo preocupante es la magnitud del desplome en el ingreso laboral de los capitalinos, pues ocurrió de forma generalizada y en magnitud considerable.
El investigador sostuvo que el componente de la desigualdad entre estados se redujo durante 2020, en buena medida por el desplome de los ingresos de la Ciudad de México, por pérdida de empleos. “Esta reducción en la desigualdad es difícil que se mantenga en el mediano plazo, en tanto que los estados del norte del país recibieron un menor impacto de la crisis y son los que principalmente se beneficiarán de los efectos de la política de rescate implementada en Estados Unidos”, precisó Monroy-Gómez-Franco.
En su artículo: “Los impactos distributivos del Covid-19 en México. Un balance preliminar”, el investigador comentó que la mayor contracción de ingresos fue experimentada por la población de menores recursos, lo que llevó a un incremento en la desigualdad de ingresos. Mientras la recuperación de empleo parece seguir un patrón polarizante, pues al cuarto trimestre de 2020 aún no se recuperaban las plazas laboreles perdidas. Y es que, de acuerdo con cifras de la STPS, aún quedan por recuperarse 504 mil 92 contrataciones para el nivel de antes de la crisis sanitaria.
Tan sólo Quintana Roo perdió 75 mil 266 empleos entre febrero de 2020 y mayo de 2021; Veracruz, 51 mil 585; Puebla, 37 mil 249; Guanajuato, 24 mil 77 y Jalisco, 22 mil 359.
La pandemia por Covid- 19 tiene un efecto pro-desigualdad en el caso de la economía mexicana, pues la contracción de ingresos es mayor en la parte más baja de la distribución.
Con respecto al efecto dominó de la pandemia, Monroy-Gómez-Franco afirmó que, dada la asociación entre fallecimientos por Covid- 19 y el estrato socioeconómico en el caso mexicano, “es de esperar que los incrementos en la desigualdad persistan o aumenten.
“Ello porque los hogares más pobres han sido, no sólo los más afectados en términos de ingresos, sino también en términos de porcentaje de fallecimientos.”