Ciudad de México. En la historia de la música hay manuscritos que se encuentran perdidos, pero cuyo silencio es una pieza vital en la obra de diversos autores. Así lo plasma el investigador Raúl Zambrano (Tampico, 1969) en su libro El eco de lo que ya no existe: ensayos sobre música, evocación y memoria, en el cual describe cuál es la huella, las situaciones y, sobre todo, las reflexiones en torno a aquellos documentos que no sobrevivieron a una guerra, al fuego o, incluso, a la intolerancia de una época.
Editado por Turner, las páginas del volumen llevan al lector a las pistas en torno al tratado de música de Sor Juana Inés de la Cruz (titulado por la monja jerónima Caracol), a un minúsculo pedazo de un cancionero medieval, a las cantatas del compositor barroco Philipp Heinrich Erlebach, a la música perdida en la guerra civil española o a la misa cuádruple para la solemne consagración de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, todas ellas melodías que nunca más se podrán escuchar.
Son obras “que sabemos que existieron pero, por alguna razón, no sobrevivieron, mas se puede contar esa vida lograda en el espíritu de la música que simplemente desapareció, porque es posible emparentar el silencio de las cosas que ya no están con ese silencio que en la música existe cuando se acaba una pieza.
“¿Qué sucede en el silencio al final de la última nota? Lo mismo que aquello que dejó de ser, y al emparentar ambas cosas podemos escuchar el eco de lo que ya no existe: la esencia”, explica el también guitarrista en entrevista con La Jornada.
Zambrano detalla que no todos los capítulos de su libro tratan de manuscritos desaparecidos. “De algunos quedó algo, muy poquito, o se trata del manuscrito enigma de Bach, el cual hay que deducirlo, traducirlo.
“Más que un libro de ensayos, me gustaría que él lector habitara El eco de lo que ya no existe como un libro de poesía, porque hay muchas cosas que se escapan, y hay que pensar que podemos entender muchos puntos sin necesidad de ser especialistas, y seguir adelante, por ejemplo, al leer un poema de Sor Juana donde habla de Caracol, pero donde también ella explica cosas muy complejas de la estructura musical antigua. Es fascinante que además lo describa en cuartetas.
“Espero que la información que doy sea pertinente, útil, sobre todo estimulante para salir a escuchar música al terminar de leer el libro.”
Las historias que presenta el investigador, continúa, “son las raíces de un gran árbol que no sólo contiene música extraordinaria, sino memoria. La música tiene una gran capacidad de evocación justamente porque muere al nacer. Creemos estar escuchándola y ya se ha ido, ya no está ahí. Por eso, cada quien puede hacer su propia evocación; en ese sentido, el libro también plantea cómo se ha ido estableciendo el silencio de las cosas que son frente a lo que ya no está”.
Sobre todo, puntualiza el autor, la temática recurrente que se plantea en el libro es “el rechazo a la cultura canónica, porque ésta impide ver la totalidad del ramaje del árbol; por ejemplo, aquí escuchamos lo que ya no está para entender de nuevo a Bach o a Erlebach.
“Ignorando lo que no existe, no sabiendo lo que no es en torno a los manuscritos, es posible imaginar todo; este libro es mucho más de poesía que de ensayo. Creo que un ensayo es una especie de colonización cultural que crea un aparato crítico impecable al que no se le puede agregar ni quitar nada, como una ópera de Wagner, donde el compositor escribe texto, libreto, vestuario, diseña el teatro, todo, vas, te sientas y te maravillas.
“Pero la poesía no es así. La poesía es una cita a la que cada quien llega por su propio camino y cada quien llena el recorrido de sus propios significados, con el fin de enriquecerse y construir con el autor sentido y belleza en el texto. Esa es la propuesta de mi libro.”
El eco de lo que ya no existe: ensayos sobre música, evocación y memoria, de Raúl Zambrano, se presenta mañana de manera virtual a las 19 horas en una transmisión desde la página de Facebook de la Cafebrería El Péndulo (https://www.facebook.com/Cafebreria.el.Pendulo). Participan José Luis Castillo y Claudio Valdés Kuri.