Ciudad de México. Integrantes de la comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) condenaron los actos de violencia ocurridos el miércoles pasado en Ciudad Universitaria (CU) y señalaron que ha sido una práctica recurrente que, en medio de manifestaciones con demandas legítimas, como lo es ahora la exigencia del pago a profesores de asignatura y ayudantes que han registrado retrasos y descuentos en su salario, otros grupos las utilicen para diferentes fines.
Académicos y estudiantes no descartaron que con grupos de encapuchados como los que causaron los destrozos en CU se “intente desvirtuar los movimientos o ir más allá en perjuicio de la universidad”.
Por su parte, fuentes de la UNAM indicaron que, junto con elementos de seguridad de la Ciudad de México, continúa la vigilancia en los alrededores de los planteles para evitar que personas embozadas cometan ilícitos. El perímetro de actuación de la seguridad capitalina es el exterior de las escuelas y facultades de la universidad.
Explicaron que en situaciones como las ocurridas el miércoles pasado, en la que 18 jóvenes encapuchados vandalizaron varias zonas del casco central de CU, incluida Rectoría, y agredieron a reporteros gráficos que gravaban el momento –entre ellos Alfredo Domínguez de La Jornada–, personal de Protección Civil, de derechos universitarios y jurídico dan seguimiento a los actos, “observa, registra” y si hay posibilidad de diálogo lo hace, pero en esta ocasión el grupo de embozados no planteó ninguna demanda y se limitó a agredir y causar destrozos.
Miembros de la Asamblea de Profesores y Profesoras de Asignatura y Ayudantes de la Facultad de Ciencias indicaron que antes de registrarse los destrozos en CU circuló una convocatoria presuntamente de la Comisión de Interfacultades para marchar de Parque Hundido a Rectoría, por el tema de los adeudos a docentes, pero desde que supieron de ella rechazaron haberla organizado y destacaron que dicha acción era ajena a las decisiones tomadas en comunidad.
Agregaron que el hecho de que grupos de encapuchados intenten infiltrarse en los movimientos legítimos “parece un factor común en la universidad”, pero “no sabemos cuáles son sus intenciones”.
Carolina Gutiérrez, secretaria de organización de la Central de Estudiantes Universitarios, también coincidió en que estos grupos utilizan demandas de la comunidad para legitimar sus actos y agresiones.