El vicefiscal de procesos de Quintana Roo, José Carlos Villarreal Rosillo, amenazó al cardiólogo Miguel Ángel Luna Calvo, residente en Durango, con no entregarle el cuerpo de su hijo Leo, muerto después de que lo succionó el sistema de filtración de uno de los ríos artificiales del parque temático Xenses –propiedad del consorcio Grupo Xcaret– si no firmaba un perdón para el establecimiento, informó el médico.
La Fiscalía General del Estado (FGE) quintanarroense integró una investigación por homicidio culposo contra quien resulte responsable por el deceso del adolescente de 13 años de edad.
Según Mónica Gómez, abogada de la familia del menor, la FGE pretende encubrir las irregularidades en la investigación. En tanto, autoridades de protección civil del municipio de Solidaridad clausuraron la atracción Riolajante, donde sucedió el accidente.
Luna Calvo viajó a Quintana Roo con su esposa y sus cuatro hijos el 26 de marzo para celebrar que sobrevivieron luego de que el galeno contrajo coronavirus y contagió a su familia.
El día 27 visitaron el parque acuático Xenses, ubicado en Playa del Carmen, cabecera municipal de Solidaridad. Miguel Ángel y Leo entraron al Riolajante, un cauce de agua salada, y un sistema de filtración de agua succionó al muchacho.
Él cardiólogo intentó rescatarlo y también fue succionado, pero logró liberarse y retiró del dispositivo a su vástago, quien no presentaba signos vitales, por lo que Luna Calvo le dio respiración boca a boca y el menor recuperó el aliento.
Cuando por fin llegaron empleados del parque, el especialista les solicitó un respirador, pero no tenían. Al cabo de unos minutos arribó una ambulancia que carecía de tanques de oxígeno.
Según Luna, los empleados del parque y de la ambulancia “no tenían noción de qué son los primeros auxilios”. El vehículo los trasladó al hospital privado Amerimed. A decir del cardiólogo, su hijo necesitaba un catéter, pero ningún médico o enfermera se lo puso y él ofreció a hacerlo, lo que le fue impedido.
Leo falleció a la mañana siguiente. El cardiólogo pretendió usar alguno de sus dos seguros médicos, y cuando iba a saldar la cuenta personal de Amerimed le dijo que todo estaba pagado, sin aclarar por quién.
Buscó sacar el cuerpo de su hijo de Quintana Roo, pero el vicefiscal Villarreal Rosillo se lo impidió y le advirtió que si quería recuperar el cadáver primero tenía que firmar un perdón al parque Xenses.
Ante la insistencia de la cónyuge del galeno, éste aceptó firmar el perdón, pero al querer agregarle una declaratoria, el vicefiscal se negó. “Me hinqué para pedirles me permitieran poner la declaratoria de hechos, mientras mi esposa me pedía que ya firmara el perdón para sacar de ahí a Leo. Al final, quedó una pequeña declaración”, señaló.
Ya en la capital de Durango, ante el féretro de su hijo, Miguel Ángel Luna recordó que un trabajador del parque le dijo que no era la primera vez que pasaba un accidente similar.
Xenses emitió ayer un comunicado en el cual argumentó que el percance fue por un “error humano” y reconoció que se hicieron trabajos no autorizados en la zona donde ocurrió el percance.
Por su parte, Héctor Flores Ávalos, secretario general de Gobierno de Durango, dijo que el gobernador José Aispuro Torres se comunicó con su homólogo de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, para solicitarle esclarecer el caso.