En un entorno marcado por la incertidumbre y en el que el crédito bancario lleva casi un año en desaceleración, el impacto más fuerte que se ha tenido en los índices de morosidad es en los sectores más vulnerables del país, reveló el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiera (CESF).
Esto se puede detectar desde los financiamientos que son otorgados por medio de la nómina de los trabajadores o los créditos personales, mismos que no logran despuntar y tienen la cartera vencida en niveles sin precedente.
“El impacto de la pandemia sobre la cartera de crédito de los sectores más vulnerables se ha reflejado en un aumento moderado en los índices de morosidad, por el incremento en la cartera vencida en un entorno de disminución del saldo agregado del crédito”, dijo el consejo en un reporte.
De acuerdo con los datos del Banco de México (BdeM), hasta el mes de febrero de este año, en el segmento de créditos de nómina, el saldo vigente es de 248 mil 421 millones de pesos, mientras el portafolio vencido es de 8 mil 171 millones, que equivale a 3.2 por ciento de la monto vigente.
A su vez, en los financiamientos personales el saldo vigente alcanzó un monto de 159 mil 905 millones de pesos, mientras el portafolio vencido es de 10 mil 662 millones de pesos, una proporción de 6.6 por ciento.
Este tipo de financiamientos, en su mayoría son usados por las personas para poder liquidar otro préstamo. Las instituciones que tienen mayor presencia en estos segmentos son los denominados bancos tienda, como Banco Azteca o BanCoppel.
En este sentido, el CESF, que es integrado por la Secretaría de Hacienda, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), y el banco central, entre otras autoridades, consideró que si bien los resultados en el conjunto de bancos que operan en el país muestran resiliencia hasta el momento, no es un tema que se debe descuidar.
Para poder aminorar todos los efectos en la cartera de crédito derivados de la pandemia de Covid-19, las instituciones bancarias han creado reservas para este tipo de financiamientos. De acuerdo con la CNBV, hasta el segundo mes del año, se crearon estimaciones preventivas para riesgos crediticios en el segmento de financiamientos personales por un monto de 18 mil millones de pesos, el equivalente a 11 por ciento de la cartera vigente del segmento.
La cifra es la misma en el portafolio de los créditos de nómina, y equivale a un 7.2 por ciento del saldo vigente del portafolio.
De acuerdo con las instituciones bancarias, los efectos de la crisis podrían verse reflejados de forma importante en los índices de morosidad en los primeros seis meses del año, y en el segundo semestre tenderán a disminuir, dado que se anticipan mejores condiciones para la economía nacional.
Asimismo, el CESF advirtió que en algunas instituciones persisten elementos de vulnerabilidad específicos, asociados a la concentración de sus fuentes de financiamiento.