El sábado, antes de que caiga la noche, 22 momias reales, 18 reyes y cuatro reinas, serán transportadas por orden cronológico, cada una a bordo de vehículos con decoraciones típicas de la época de los faraones, identificados con el nombre del soberano.
El trayecto de unos siete kilómetros durará 40 minutos y contará con impresionantes medidas de seguridad.
Inaugurará el cortejo el faraón Seqenenre Taa (del siglo XVI antes de Cristo), de la 17 dinastía, y lo cerrará Ramsés IX (siglo XII antes de Cristo), de la 20 dinastía. Más conocidos por el gran público Ramsés II y Hatshepsut también formarán parte de este gran “desfile dorado de los faraones”.
Más moderno y pedagógico
El acontecimiento contará también con un espectáculo musical retransmitido en directo por la televisión egipcia. La mayoría de las 22 momias, descubiertas cerca de Luxor, en el sur de Egipto, a partir de 1881, no salieron del museo del centro de El Cairo, situado en la célebre plaza Tahrir, desde principios del siglo XX.
Desde los años 50 están expuestas, una al lado de otra, en una pequeña sala, sin demasiadas explicaciones para el visitante.
El sábado, para ser transportadas, se situarán en una especie de envoltorio que contiene nitrógeno, en condiciones muy similares a las de las urnas en las que están en el museo. Los vehículos que las transportarán tienen además un mecanismo para evitar impactos.
En el NMEC, a partir del 18 de abril, serán expuestas en urnas más modernas, “con control de la temperatura y de la humedad más perfeccionado que el del antiguo museo”, explicó Salima Ikram, profesora de egiptología en la universidad americana de El Cairo y experta en momificación.
Las momias serán presentadas individualmente, al lado de sus sarcófagos, en un decorado que recuerda al de las tumbas subterráneas de los reyes, y cada una tendrá una biografía. En algunos casos se mostrarán también los escáneres que se les han realizado.
“Por primera vez, las momias se presentarán de manera bonita, con fines educativos”, informó el egiptólogo Zahi Hawass.
Según este experto, el ambiente macabro que rodeaba a las momias en el Museo de El Cairo ahuyentaba a más de un visitante. “Nunca olvidaré cuando llevé a (la princesa) Margarita, hermana de la reina Isabel II, al museo: cerró los ojos y se fue corriendo”, recuerda.
Tras años de inestabilidad política por la revuelta popular de 2011, que afectó al turismo en el país, Egipto busca la manera de que regresen los extranjeros. El NMEC y el Gran Museo Egipcio (GEM), cerca de las pirámides, que será inaugurado en los próximos meses, forman parte de esta estrategia.
El GEM albergará las colecciones faraónicas del museo de El Cairo, entre ellas el célebre tesoro del rey Tutankamón.
Su tumba, descubierta en 1922, conservaba la momia del joven rey y numerosos objetos de oro, marfil y alabastro. Pero, ¿por qué no mostrar las momias en este museo?
“El GEM tiene ya al rey Tutankamón, la estrella. Si no se deja a las momias en el NMEC, nadie irá a visitarlo”, responde Hawass.
A la espera del inédito desfile del sábado, en las redes sociales abundan los mensajes que hablan de una “maldición de los faraones”. Numerosos internautas hicieron la relación entre las recientes catástrofes ocurridas en Egipto a una “maldición” provocada por el traslado de los antiguos reyes.
En una semana, Egipto ha vivido el bloqueo del canal de Suez por un gigantesco buque, un accidente de tren que dejó 18 muertos y un siniestro en un edificio de El Cairo en el que murieron al menos 25 personas. La maldición también fue mencionada por la prensa en torno a 1920, tras el descubrimiento de la tumba de Tutankamón.