El semáforo de riesgo epidémico muestra que hay una baja transmisión del virus SARS-CoV-2 en varios estados del país, resultado de las medidas de higiene y seguridad implementadas durante enero y febrero, por lo que debemos mantenerlas si queremos que los siguientes meses sean “tranquilos”, instó Mauricio Rodríguez Álvarez, vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus de la UNAM.
Pidió no confundir reactivación económica con reactivación epidémica. “Si dejamos un poco abierta la puerta para los contagios, se puede meter por ahí una de las nuevas variantes del virus más contagiosa, que cause más daño”, añadió.
En entrevista, destacó el logro, por primera vez, de que siete estados estén en color verde o nivel bajo de riesgo epidemiológico para contagios por Covid-19, mientras otros 18 se ubican en nivel medio o color amarillo. Esto puede relacionarse también a que “probablemente ya estamos viendo la estacionalidad de la enfermedad”. Es decir, quizás “va a tener una actividad más fuerte durante los meses fríos y quizá una actividad más baja durante los meses de calor, como ocurre con todas las enfermedades respiratorias”.
Otro factor es que a partir de diciembre se tuvo más disponibilidad de pruebas rápidas, con buena sensibilidad, que permitieron hacer intervenciones epidemiológicas en función de los resultados. También, añadió, cada vez más personas se han contagiado “y entonces hay un punto en el que la gente a la que no le ha dado es menos, y el virus va encontrando menos personas susceptibles de ser infectadas”.
Por otra parte, ante las vacaciones de Semana Santa, la Clínica del Viajero de la UNAM exhortó a las personas a que antes de realizar algún traslado analicen el nivel de riesgo de contagio de Covid-19 y tomen una decisión informada basada en la evidencia.
En conferencia virtual, Jorge Baruch Díaz Ramírez, responsable de la clínica, recomendó considerar si se está en riesgo de enfermedad grave por tener obesidad, diabetes o padecimiento cardiaco, entre otras comorbilidades.
Sobre los medios de transporte, dijo que en autobús el riesgo de contagio es alto, sobre todo si se hace por periodos de más de una o dos horas. Las cabinas “son cerradas, poco ventiladas, y si la hay es a través de aires acondicionados, de estrategias de recirculación, que a diferencia del avión “no cruza por filtros de alta eficiencia y mucho menos tiene tasa de recambios importante”, ni se controla un flujo laminar.
