El crimen organizado del huachicoleo, tala ilegal y caza furtiva, y los conflictos sociales sumado a las condiciones de sequía del país, propician que los incendios forestales se multipliquen y se dificulte la capacidad para hacerles frente, señaló Eduardo Cruz Castañeda, gerente de manejo del fuego de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Lo anterior ocasiona que se pierdan mayores extensiones de bosques de las que pudieron evitarse, al complicar el ingreso de las brigadas a las zonas de siniestro. En los días recientes, el organismo ha reportado incendios considerados de “atención especial”.
En entrevista con La Jornada, Castañeda Cruz explicó que uno de ellos es por conflictos por el territorio, los cuales tienen mayor presencia del centro hacia el sureste del país.
Existe la constante disputa de las comunidades por posicionarse de determinada área.
Añadió que también están involucrados grupos del crimen organizado que extraen combustibles, ya que hay áreas forestales donde pasan ductos de gas o de gasolina, y no permiten la entrada al territorio.
Hay registro de casos en los que las personas armadas no permiten el acceso a las brigadas y los regresan. También de “secuestros temporales” en el que detienen al personal, se los llevan incluso, y “hasta que no los investigan, ya los regresan”, aunque en lo que va del año no hay incidencia.
Castañeda Cruz explicó que otro factor que complica el combate a los incendios forestales es la tala clandestina. De igual forma en las zonas costeras se da la caza furtiva, donde hay manglares con especies exóticas. La incidencia de esta actividad abarca desde de la altura de Colima hasta Quintana roo.
La Conafor indican que, de principios de enero al 25 de marzo, se tiene registro de 2 mil 429 incendios forestales en 28 estados del país, con 46 mil 986 hectáreas afectadas.
Esta es la tercera superficie más dañada en la pasada década y las principales causas de los siniestros, 41 por ciento se relaciona con actividades ilícitas, y 16 por ciento a agrícolas.