La Paz. El gobierno estadunidense se dijo “preocupado” por el creciente “comportamiento antidemocrático y la politización del sistema legal” en Bolivia luego del arresto de funcionarios golpistas del pasado gobierno.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo en un comunicado que hay dudas sobre la legalidad de la aprehensión de la ex presidenta golpista, Jeanine Áñez, y sus ex ministros Álvaro Coibra y Rodrigo Guzmán, e instó a Bolivia a liberarlos en espera de “una investigación independiente y transparente sobre los derechos humanos y las preocupaciones sobre el debido proceso.
“Hacemos un llamado al gobierno boliviano a expresar con claridad su apoyo a la paz, la democracia y la reconciliación nacional, incluso por la liberación de los ex funcionarios detenidos” agregó, sin mencionar los nombres de los miembros del gobierno golpista.
Desde hace casi dos semanas, Áñez y dos de sus ex ministros permanecen encarcelados tras ser acusados de sedición, conspiración y “terrorismo” por el golpe de Estado en 2019 durante la crisis política y social derivada de la renuncia del entonces presidente Evo Morales, tras señalamientos de presunto fraude para relegirse a un cuarto mandato. Los conflictos dejaron 36 fallecidos.
El documento agregó que “las recientes detenciones de funcionarios del gobierno interino no están en consonancia con los ideales democráticos de Bolivia: desacreditan los extraordinarios esfuerzos de tantos votantes, candidatos y servidores públicos bolivianos que permitieron las elecciones nacionales de octubre de 2020, así como la votación subnacional del 7 de marzo”.
El comunicado de Blinken se suma al pedido de organismos como la Organización de Naciones Unidas, la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos, que exhortó a garantizar un debido proceso a Áñez y sus dos ex ministros. Los gobiernos de Brasil y Chile formularon el mismo llamado.
La cancillería Boliviana, por su parte, pidió dejar a un lado las “injerencias” en la crisis política del país andino.