Pekín. China anunció ayer sanciones sobre individuos y entidades de Estados Unidos y Canadá, en reacción a medidas unilaterales que ambos países impusieron a China “basadas en rumores y desinformación”.
Pekín rechazó las acusaciones de violación de derechos humanos en Xinjiang y lanzó llamados a boicot y otros castigos contra firmas extranjeras, incluyendo la cadena minorista H&M y la firma Nike, además de sanciones contra funcionarios y activistas extranjeros que Pekín dice están diseminando falsedades sobre sus políticas hacia los uigures y otros grupos musulmanes en Xinjiang.
De acuerdo con el anuncio de un portavoz de la cancillería china, Estados Unidos y Canadá impusieron sanciones unilaterales a individuos y entidades pertinentes en Xinjiang el 22 de marzo, y en respuesta, la parte china decidió sancionar a Gayle Manchin y Tony Perkins, presidenta y vicepresidente, respectivamente, de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional; a Michael Chong, miembro del Parlamento de Canadá, y al Subcomité de Derechos Humanos Internacionales del Comité Permanente de Asuntos Exteriores y Desarrollo Internacional de la Cámara de los Comunes de Canadá.
“Los individuos concernientes tienen prohibido entrar a la parte continental, a Hong Kong y a Macao de China; los ciudadanos e instituciones chinos tienen prohibido hacer negocios con los individuos pertinentes y tener intercambios con las entidades pertinentes”, indicó el anuncio.
Al mismo tiempo, se mantienen en vigor las anteriores sanciones de China sobre individuos estadunidenses que han socavado seriamente la soberanía del país asiático y sus intereses en asuntos relacionados con Xinjiang.
El gobierno chino está firmemente decidido a salvaguardar su soberanía nacional, su seguridad y sus intereses de desarrollo, y exhorta a las partes pertinentes a entender claramente la situación y corregir sus errores. “Deben detener la manipulación política sobre asuntos relacionados con Xinjiang, dejar de interferir en los asuntos internos de China de cualquier forma y abstenerse de seguir por el camino equivocado. De lo contrario, se quemarán los dedos”, concluyó el anuncio.
El secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, respondió que las sanciones de “ojo por ojo” de China carecen de fundamento y sólo traerán más investigaciones sobre el “genocidio” en Xinjiang. “Los intentos de Pekín de intimidar y silenciar a quienes se pronuncian por los derechos humanos y las libertades fundamentales sólo contribuyen al creciente escrutinio internacional del genocidio y los crímenes de lesa humanidad en curso en Xinjiang”, dijo Blinken en un comunicado.