Ciudad de México. Durante el año que lleva la pandemia de Covid-19, artistas urbanos han plasmado en diversos sitios el sentir de una metrópoli que de esa manera agradece y apoya al personal médico que combate al coronavirus, pero también han retratado la mirada de los ancianos que han partido, ha trazado a los caudillos revolucionarios como símbolo de resistencia, a los niños que siempre dan esperanza, o a la muerte. El muralismo mexicano, que este año cumple su centenario, se crea desde abajo: es comunitario, colectivo, pertenece al pueblo que se ha apropiado del espacio público. Las intervenciones urbanas que las nuevas generaciones de muralistas han realizado en la capital del país durante este año de crisis sanitaria, don las huellas de una urbe que resiste y vive.