Los montañistas mexicanos Badía Bonilla y Mauricio López, quienes buscarán el próximo abril alcanzar la cumbre del Annapurna y de manera consecutiva la del Dhalaugiri, ambos en la cordillera del Himalaya, han sorteado una serie de imprevistos. Desde su partida pospuesta por un aparente positivo de coronavirus de Badía, que después pudieron consta-tar que fue erróneo, hasta la repentina salida de ayer sábado en una compleja travesía en helicóptero rumbo al campamento base, algo que no estaba planeado.
La salida pasó por horas de incertidumbre debido al clima en el valle de Katmandú, la capital de Nepal.
Caos e incertidumbre
“El piloto nos dijo que el vuelo sería lento para localizar la ruta por la poca visibilidad entre las montañas. Antes, en el aeropuerto, todo era caos por los aviones y helicópteros varados”, escribió Badía en su bitácora, esa herramienta de memorias que utilizan los aventureros para dejar constancia para la historia.
Planean hacer cumbre en abril
Una vez en el campamento ba-se del Annapurna, en la madrugada de este domingo, iniciarán el proceso de aclimatación a la altura de una montaña de más de 8 mil metros. Calculan que será a finales de abril cuando podrían alcanzar la primera cumbre. A partir de hoy sólo tendrán contacto con el mundo gracias a la tecnología de un geolocalizador. Lo demás será una aventura.