Washington. El gobierno de Joe Biden espera que las llegadas de migrantes a la frontera con México alcancen el máximo que se haya registrado en 20 años, en medio de las dificultades para acoger a los menores que viajan solos.
"Estamos en vías de registrar más personas en la frontera sur que en los últimos 20 años", dijo Alejandro Mayorkas, jefe del Departamento de Seguridad Interior (DHS) en un comunicado.
"Esto no es nuevo. Hemos experimentado aumentos de la migración antes, en 2019, en 2014 y antes también. Desde abril de 2020 la cantidad registrada en la frontera sur no ha dejado de aumentar", indicó el alto funcionario.
El gobierno busca defender su gestión frente a las críticas de los republicanos que el lunes visitaron la frontera para denunciar "la crisis" que atribuyeron a las políticas impuestas por Biden.
El nuevo gobierno demócrata busca desmantelar muchas de las reformas implementadas por su antecesor, Donald Trump, y quiere que el Congreso apruebe una amplia reforma migratoria para dar una vía a la ciudadanía a millones de indocumentados.
En febrero fueron arrestadas unas 100 mil personas en la frontera sur -entre ellas 9.457 menores no acompañados-, un aumento del 28% respecto a enero, según las autoridades.
Mayorkas indicó que la mayoría de las detenciones en la frontera son adultos que viajan solos - que son devueltos - salvo que sufran alguna "vulnerabilidad grave".
En tanto, las familias también son devueltas a México o a sus países de origen, para respetar las reglas impuestas por la pandemia "salvo cuando México no tiene capacidad de recibirlos", indicó Mayorkas.
Mayorkas - el primer latino y el primer inmigrante en encabezar el DHS - atribuyó el alza en las llegadas de migrantes a la "pobreza, los elevados niveles de violencia y la corrupción" en México, Guatemala, El Salvador y Honduras.
"Estas condiciones adversas siguen deteriorándose", indicó.
El funcionario recordó sus orígenes cubanos en el comunicado para hablar de la esperanza que buscan los migrantes.
"Yo vine a este país cuando era un bebé, fui traído por mis padres que comprendían la esperanza y la promesa que supone Estados Unidos", afirmó. "Hoy los niños llegan a la frontera con esta misma esperanza", concluyó.