San Felipe, BC., Ángela se seca las lágrimas que se escaparon y se disculpa porque le “ganó” el sentimiento. Hace una pausa en el relato que la hizo llorar para dar comida a una perrita callejera que se acerca al sitio donde está sentada. Recuerda cómo murió su hermano Mario García Toledo el primero de enero pasado, un día después de que su panga fue embestida y partida en dos por el buque Farley Mowat, de la organización ambientalista Sea Shepherd. Las circunstancias del incidente –que dejó a otro pescador con lesiones graves, de las que se está recuperando– no son claras y cada bando tiene su versión. Los hombres de mar testigos del incidente señalan que fue un impacto intencional, pero autoridades mexicanas y activistas argumentan que la panga se interpuso en el paso del navío, aunque se niegan a dar a conocer sus videos.
Todos se preguntan aquí por qué las autoridades mexicanas no detuvieron al capitán del Farley Mowat. En el mejor de los escenarios para los ambientalistas, fue “un accidente” en el cual una embarcación provocó una muerte. Pero ocurrió algo inesperado: representantes del gobierno mexicano escoltaron el buque para que se retirara.
“Nada va a devolverle la vida a mi hermano (apenas el 22 de diciembre había cumplido 56 años, recuerda Ángela). Tenía la cadera rota y los pulmones y costillas destrozados... Quedó totalmente reventado por dentro y es posible que si hubiera vivido no habría quedado bien”. Ese fue el último y más grave, pero no el único percance.
Según los pescadores, ya ha habido numerosas agresiones de miembros de la tripulación del Farley Mowat y del Sharpie, otro navío de Sea Shepherd. “Robaban” artes de pesca y lanzaban chorros de agua a presión a pescadores y ocupantes de pangas alegando que con ello evitaban que los lugareños provocaran la extinción de la vaquita marina “una especie que ya ni siquiera existe”, apunta Angela.
Su abogado, Jesús Rodolfo Cruz Sandoval –del corporativo Fuerza Jurídica en Tijuana y San Diego–, no seguirá preguntándose por qué no fue detenido el capitán del Farley Mowat. Prepara dos demandas que presentará ante autoridades mexicanas y una corte internacional para que se haga pagar a Sea Shepherd y al responsable del “homicidio culposo” del pescador y de las lesiones al otro; pretende obtener una indemnización para las familias de Mario y Sergio.
La presencia de los ambientalistas extranjeros se basa en un convenio de colaboración para el retiro de redes fantasma en el área natural protegida con carácter de reserva de la biosfera Alto Golfo de California y delta del Río Colorado, de vigencia indefinida y firmado en mayo de 2017 por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Secretaría de Marina, el Museo de la Ballena y el capitán Paul Watson, presidente de Sea Shepherd.
En el punto tercero del inciso E señala: “El presente apartado no otorga facilidades de retención ni de inspección de embarcaciones en materia pesquera, quedando dicha prerrogativa exclusivamente a cargo de las autoridades competentes del Estado mexicano”.