Algunos pasajeros del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) que viajaban a Estados Unidos perdieron sus vuelos por no presentar el resultado negativo de una prueba de Covid-19 aplicada con 72 horas de anticipación.
Debido a las nuevas restricciones impuestas por el gobierno estadunidense para ingresar a ese país vía aérea, los usuarios realizaron enormes filas en mostradores, donde en ocasiones no se respetaba la sana distancia, ya que además de entregar las pruebas PCR o de antígenos, firmaban una declaración jurada antes de su salida, donde aseguraban haberse recuperado del Covid-19 después de una infección.
En la Terminal 1 del AICM, trabajadores de American Airlines no le validaron a Raúl Baylón la prueba rápida que se realizó en un quiosco de la Secretaría de Salud capitalina para viajar a Dallas. Lo mandaron a realizarse un diagnóstico en un laboratorio provisional ubicado frente a la terminal aérea, que le costó 750 pesos. La otra opción era acudir a la Clínica del Viajero que se ubica en la Terminal 2.
“Dijeron que mi prueba no es válida porque la realicé en un lugar público. Es un gasto extra, pero me la debo hacer. Sale más barato la prueba que perder el vuelo. México también debería endurecer las medidas de sanidad, porque cuando llegué no me pidieron pruebas, como exigen otros países”.
A Luis Martínez, quien viajaba a Boston, también le rechazaron el documento porque el laboratorio donde se realizó el estudio –en Puebla– sólo le dio una constancia, no los resultados originales. “Es injusto, en la hoja membretada vienen los datos que indican que soy negativo, y está firmada por una doctora, quien incluye la cédula profesional. Me están mandando a realizarme una nueva prueba en el hotel que está aquí enfrente; ahora tengo que desembolsar más dinero”.
Eva, quien visitó a su madre en Puebla y viajaba a Nueva York, no tuvo la misma suerte. Ignoró las nuevas condiciones y al llegar a los mostradores de Delta, ubicados en la Terminal 2, le negaron el acceso. “Me dijeron que no puedo viajar porque tengo que presentar una prueba anti-Covid hecha con tres días de anticipación. No sabía las nuevas leyes que impuso Estados Unidos y la aerolínea nunca me avisó. No traigo dinero para pagarla”, lamentó.