Bruselas., La Unión Europea (UE) pidió ayer a Estados Unidos ayuda para elaborar normas comunes que frenen el poder de las grandes empresas de tecnología, como Facebook y Twitter, y combatir la difusión de noticias falsas que carcome a las democracias.
En un discurso en el Foro Mundial de Davos, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, exhortó al gobierno de Joe Biden a sumar fuerzas contra “los costados oscuros del mundo digital”, a los que consideró, en parte, responsables del ataque al Capitolio en Washington el 6 de enero.
El modelo empresarial de las plataformas en línea impacta no sólo a la competencia libre y justa, sino también a las democracias, nuestra seguridad y la calidad de información”, dijo Von der Leyen. “Por eso, debemos contener el poder inmenso de las grandes empresas digitales”.
La titular del ejecutivo de la UE pidió a la Casa Blanca sumarse a los esfuerzos del bloque de 27 naciones, pues “juntos podríamos crear un libro de normas de la economía digital que sea válido en todo el mundo”, y abarcaría la protección de datos, las reglas de privacidad y seguridad de la infraestructura crucial.
En diciembre, la comisión propuso dos proyectos de ley a la UE para proteger a los consumidores y sus derechos en línea, obligar a las grandes empresas a rendir cuentas y mejorar la competencia digital. Las normas de la UE están entre las más estrictas del mundo.
“Queremos que las plataformas sean transparentes acerca de cómo funcionan sus algoritmos”, dijo Von der Leyen. “No podemos aceptar que las decisiones que tienen amplio impacto sobre nuestras democracias sean tomadas solamente por programas informáticos”. Agregó que se debe dejar en claro que “las empresas de Internet deben asumir la responsabilidad de cómo diseminan, promueven y eliminan contenido”.
Von der Leyen también se refirió a la decisión de Facebook y Twitter, semanas atrás, de bloquear las cuentas del ex presidente Donald Trump por presunta incitación del asalto al Capitolio, medida sin precedente que puso de manifiesto el enorme poder de las empresas para regular la expresión.
“Por tentador que le haya resultado a Twitter cerrar la cuenta del presidente Trump, una interferencia tan grave con la libertad de expresión no debe basarse sólo en las reglas de la empresa, debe existir un marco legal para decisiones de semejante magnitud”, aseguró.