Las mutaciones o variantes del virus que provoca la enfermedad de Covid-19 pueden ser más persistentes, adherirse con mayor facilidad a las células receptoras y replicarse con mayor frecuencia, explicó Angélica Cibrián Jaramillo, investigadora de la Unidad de Genómica Avanzada (UGA) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
Una de estas variantes, la B117, ya se ha detectado en 50 países, incluido México, lo cual significa mayor número de contagios, la infección de personas más susceptibles con posibilidades de morir y la saturación de los sistemas de salud.
En un esfuerzo por identificar variantes del nuevo virus, el equipo liderado por la investigadora Cibrían Jaramillo, se encuentra secuenciando 50 genomas mexicanos de pacientes positivos; en los próximos días se tendrán las secuencias para observar si se identifican variantes nuevas y en general, cómo se colocan estos genomas en las bases de datos mundiales.
Explicó que la variante B117, identificada en el Reino Unido el pasado mes de diciembre, tiene un índice de entre 40 y 70 por ciento mayor de transmisibilidad, respecto al virus SARS-CoV-2 original. Otras variantes son la P1 y P2, observadas en Brasil, y la P1351 o 20C501Y.B2, descubierta en Sudáfrica, porque presentan mutaciones en la espiga o cerca de ella permitiendo al virus pegarse bien con sus receptores humanos y con ello la hacen más transmisible.
“En general las mutaciones no son malas, pasan todo el tiempo en los virus, pero en este caso va a llegar un punto donde encuentre una combinación ideal para facilitar su entrada con su hospedero y se escape al sistema inmunitario, y es cuando la mutación se vuelve preocupante”, consideró Cibrián Jaramillo.
Planteó la posibilidad de que se presenten mutaciones del SARS-CoV-2 más mortales, porque es un virus muy eficiente en su infección hacia los seres humanos y otras especies como perros, gatos, hurones u otros primates, aunque todavía no se tiene certeza de su origen; esto significa que está probando en diferentes hospederos diversas combinaciones y con los billones de humanos no es descabellado pensar que pueda surgir una variante más peligrosa.
Sin embargo, “no es conveniente para el virus volverse letal porque se le acabaría el hospedero provocando su desaparición; por selección natural, va a surgir un balance entre letalidad y capacidad de dispersión; entonces puede ser que surja una variante más peligrosa, pero nunca tan letal que acabe con el hospedero; puede suceder pero es poco probable”, sostuvo la investigadora Angélica Cibrián.
Es más factible el surgimiento de una nueva variante con un escenario similar a la influenza, con una tasa de mutación muy rápidas, tanto que cada año se deben tomar lo sobrante de las variantes del año para diseñar la vacuna del siguiente y la del posterior; es probable que para la vacuna del SARS-CoV-2 suceda lo mismo, donde cada año se deba actualizar para las nuevas variantes.