El alcalde de Coyoacán, Manuel Negrete Arias, no cubre los requisitos de elegibilidad para una candidatura de Morena que establece el estatuto de ese partido, aunado a que existe media docena de investigaciones en la Secretaría de la Contraloría General por presuntos actos de corrupción en su gobierno que no se han resuelto.
El diputado de Morena en el Congreso capitalino, Ricardo Ruiz Suárez, señaló lo anterior y agregó que, independientemente de que Negrete no es militante del partido, para ser candidato tendría que cumplir con las responsabilidades y obligaciones que el estatuto marca para todo protagonista del cambio verdadero; el primero de ellos, “combatir el régimen de corrupción y privilegios del régimen anterior” y Negrete “no sólo encubrió las ilegalidades de sus antecesores, sino que encabezó un gobierno corrupto”.
Adelantó que en caso de ser aceptado su registro para pasar a la etapa de consulta para contender por la candidatura a la diputación federal por el distrito 23 de la demarcación, acudirá a las instancias jurisdiccionales del partido para impugnar.
Refirió que ya hay dos acciones “preventivas” contra el registro de Negrete: el escrito que envió el viernes pasado al presidente del Comité Ejecutivo Nacional e integrante de la Comisión Nacional de Elecciones, Mario Delgado Carrillo, y otro de Griselda de Fuentes Rojano (aspirante, al igual que Ruiz, a la candidatura por la alcaldía) dirigido también a ambas instancias como queja contra dicha inscripción.
Ruiz, en días pasados señaló que la Contraloría comunicó al Congreso capitalino de al menos seis expedientes abiertos contra la alcaldía, dos relacionados con el otorgamiento de permisos para el comercio en vía pública y cuatro por la concesión de instalaciones y espacios públicos a particulares, uno en etapa de sustanciación.
Destacó que otra de las obligaciones de los militantes que marca el estatuto es “combatir toda forma de coacción, presión o manipulación en los procesos electorales”, y basta recordar los actos de violencia propiciados por el grupo político con el que hizo campaña en Coyoacán contra Morena, en el que inclusive quedó probada la violencia política de género contra la entonces abanderada morenista María Rojo Incháustegui, pero no se anuló la elección por deficiencias en la figura jurídica en ese momento.