A sus 93 años, el Casino Salón Bar, ubicado en la calle Doctor José María Vértiz, colonia Doctores, trata de no desparecer en medio de la actual crisis sanitaria, la cual busca sobrellevar ofreciendo desayunos, al abrir sus puertas tres horas antes de lo habitual, y alista una nueva oferta de coctelería sin alcohol para que los comensales puedan festejar el 14 de febrero.
Con un aforo para 216 personas, sólo atiende a un máximo de 60, con lo que cumple con las disposiciones de las autoridades capitalinas al colocar 15 mesas para cuatro personas en la banqueta de la esquina de Doctor Vértiz y Doctor Erazo.
David, cliente del establecimiento desde hace 15 años, dijo que “es bueno” que las autoridades capitalinas hayan permitido desde hace nueve días consumir dentro de los restaurantes; sin embargo, mencionó que “es muy incómodo” comer al aire libre porque los transeúntes pasan a un lado de las mesas, además del viento y la humareda que de pronto dejan en el ambiente algunos vehículos que transitan por el lugar.
“Como clientes, lo que pedimos es que se permita que podamos consumir adentro”, comentó, y recordó que “antes de que empezara el Covid veníamos dos o tres veces a la semana. Nos gusta venir a este lugar por la comida y además tienen buenos precios”.
Entrevistado mientras ocupa una de las mesas colocadas junto a la pared, en el lugar donde ya no hay música en vivo, recomendó la carta de platillos, aunque señaló que casi siempre pide caldo de camarón.
A casi 11 meses de la emergencia sanitaria, para el encargado del establecimiento, Javier Flores, las pérdidas económicas son millonarias y el Casino Salón Bar sobrevive “porque estamos bendecidos con la preferencia de los clientes. Ellos vienen con gusto a consumir, a ser atendidos y por la tradición del lugar que ya va para el siglo”.
Al recordar el dicho: “Es mejor ser dueño de 10 por ciento de algo que de 100 por ciento de nada”, insistió en que se han acoplado a las nuevas medidas, ya que antes abría a la una de la tarde y ahora a las 10 de la mañana, y mantiene los precios de 2019; además, en la modalidad de comida para llevar no cobra el empaque biodegradable al consumidor, ya que “no tiene la culpa”.
Lamentó que “el comercio regulado sea de los más afectados”, ya que, a diferencia de los vendedores en vía pública, sigue pagando impuestos.
Al hacer un balance dijo que “los gastos Covid” son más que las ganancias, porque ahora se coloca la “imagen en la banqueta” con plantas móviles, trafitambos, sombrillas, lonas, señalética y bolsas rojas para los desechos biológico-infecciosos. Así como dispensadores de gel antibacterial, tapetes sanitizantes, guantes, caretas. Todo eso, aunado a que no se ha despedido a ningún trabajador.