En una de sus últimas decisiones como presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha anunciado la ampliación del estado de “emergencia nacional” en la frontera entre Estados Unidos y México que declaró hace dos años para lidiar con la inmigración ilegal.
Trump aprobó el estado excepcional el 15 de febrero de 2019 “para hacer frente a la seguridad fronteriza y la crisis humanitaria que amenaza los intereses fundamentales de la seguridad nacional”.
Dado que la administración saliente percibe que “la actual crisis de seguridad fronteriza y humanitaria en la frontera sur de Estados Unidos continúa amenazando nuestra seguridad nacional, incluso al exacerbar el efecto de la pandemia causada por el Covid-19”, el mandatario ha decidido ampliar otros 12 meses el estado de emergencia.
“El Poder Ejecutivo ha tomado medidas para paliar la crisis, pero se necesitan más acciones para abordar la crisis humanitaria y controlar la migración ilegal y el flujo de narcóticos y delincuentes a través de la frontera sur de Estados Unidos”, ha esgrimido Trump en un comunicado dado a conocer el pasado sábado.
Esta declaración, que Trump consideró oportuna para cumplir su promesa de completar el muro de separación con México, ha sido una de las más impopulares de su mandato, hasta el punto de que el mandatario tuvo que vetar una resolución del Congreso –con un Senado republicano– que buscaba su eliminación.
La ampliación del estado de emergencia pasa ahora al Congreso para su ratificación, a dos días de que el presidente electo, Joe Biden, asuma el cargo con un Congreso dominado por su partido, el Demócrata, que puede dejar sin efecto la medida.