El presidente electo Joe Biden ha trazado un primer plan de acción ejecutiva para revertir algunas de las políticas más polémicas del presidente Trump y lanzar su propio proyecto, un resumen de sus primeros 10 días de gobierno que comenzarán el próximo miércoles con su toma de posesión. El plan, descrito el sábado en una nota por el jefe del Estado Mayor de Biden, Ron Klain, y dirigido al equipo de asesores, aborda lo que Klain llamó “cuatro crisis superpuestas y agravantes”. 1) La pandemia, 2) la recesión económica, 3) el cambio climático y 4) la equidad racial a raíz del movimiento Black Lives Matter. “El presidente electo Biden tomará medidas no sólo para revertir los daños más graves de la administración Trump, sino también para empezar a hacer avanzar a nuestro país”, dice Klain. Para bien o para mal, México vuelve a no estar en las prioridades de un nuevo presidente estadunidense. Sin embargo, el canciller Marcelo Ebrard y su equipo trabajan en la agenda bilateral que deberá ser considerada por la administración Biden… en su momento. Será otra sorpresa –como sucedió con Trump– la cordial y fuerte relación Biden-López Obrador.

Política energética

No encontrará usted un celular Huawei en Estados Unidos. No lo tienen a la venta los principales carriers: Verizon, T-Mobile, AT&T. El gobierno de Trump decidió prohibir su venta –y háganle como quieran. También tienen tache empresas de telecomunicaciones como China Telecom y China Mobile. Por añadidura, ha presionado a la red social WeChat para que se abra a la inversión estadunidense. Tiene una lógica esta determinación: protege a una de las principales compañías de teléfonos celulares, Apple, a WhatsApp y a su sistema nacional de telecomunicaciones. Desde esta perspectiva, resulta invasiva –pero explicable– la carta enviada por funcionarios estadunidenses al gobierno mexicano exigiéndole que abra su mercado de energía. No están satisfechas las empresas privadas de cómo el gobierno de la 4T está interpretando los compromisos de los gobiernos prianistas. ¿Por qué no ha de defender los intereses de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad, como ellos lo hacen en el caso de las compañías chinas? No deberían preocuparse tanto. Localmente ya hacemos bastante contra nuestras empresas, como el apagón del Día de los Inocentes.

Cosa juzgada

Autor de un libro clásico, Derecho mexicano de procedimientos penales, el maestro Guillermo Colín Sánchez enseñaba a sus alumnos de la Facultad de Derecho de la UNAM que no debe confundirse “cosa juzgada” con “investigación cerrada y archivada”. En el primer caso, un juez absuelve al acusado después de desahogar el proceso y no puede ser juzgado en el futuro por los mismos delitos. En el segundo caso, la Fiscalía (en aquellos tiempos la Procuraduría) declara que no encontró elementos de culpa en una investigación y envía el expediente al archivo, pero si llegan a surgir nuevos elementos, puede reabrirlo. ¿Cuál es la situación jurídica del general Cienfuegos? Se los dejo de tarea.

Ombudsman Social Asunto: reos y becarios

El dato aportado por nuestro Presidente de la República acerca del costo diario de un preso en algunos de los centros penitenciarios privados, comparado con el gasto que implica un becario del Conacyt, es de verdad sorprendente, irreal y surrealista. Si se considera el valor de la unidad de medida y actualización (UMA), un becario de maestría recibe 4.5 UMA, lo cual significa un valor de 12 mil 98 pesos mensuales; un becario de doctorado recibe seis UMA, es decir, 16 mil 131 pesos mensuales. Pero un preso ¡recibe del gobierno mil 278 UMA mensuales!, es decir, 114 mil 570 pesos. ¿Los economistas del ITAM que acompañaron alegremente a los gobiernos anteriores tendrán alguna respuesta a esta asimetría? Saludos desde Cuernavaca.

David Luviano (vía Gmail)

R: No es que reciban los reos ese dinero, entiendo que es lo que cuesta mantenerlos en prisión. El problema de los becarios de Conacyt es que no se acercaron a Genaro García Luna cuando era el secretario de Seguridad de Felipe Calderón.

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