
Martes 8 de abril de 2025, p. 4
La pintora autodidacta y modelo de artistas Julia López falleció el domingo a las 88 años en Italia. Nacida en 1936, en un pequeño poblado cerca de la ciudad de Ometepec en la Costa Chica de Guerrero, López solía desarrollar el tema de su niñez en sus cuadros. El Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo lamentó en sus redes sociales el fallecimiento de la artista, quien vivió por un breve periodo en este espacio
. La recordaron con un retrato que le hizo Aurora Reyes en 1957. Era miembro del Salón de la Plástica Mexicana.
En 2016, la mujer de ébano
expuso casi un centenar de obras con el título Dueña de la luz en la Casa del Virrey de Mendoza, en Tlalpan, demarcación donde residía. En ocasión de la muestra López expresó: La gente necesita zumo, incienso para vivir, y eso es lo que yo le doy con mis cuadros
(La Jornada, 7/11/16). El campo, las flores, los niños, los cerros, los perros, los gatos y los árboles hicieron germinar su inspiración.
Como modelo en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, López fue retratada por maestros como Francisco Corzas, Raúl Anguiano, José Chávez Morado, Vlady, incluso Diego Rivera. La influencia de estos artistas la impulsó a comenzar a pintar con Carlos Orozco Romero, quien la desalentó a tomar una instrucción formal para no perder su propio estilo.
Hija de campesinos con ascendencia africana, amuzga y chilena de América del Sur, a los 13 años abandonó su lugar natal en busca de otra vida, primero en Acapulco y después en la Ciudad de México. Fue Frida Kahlo quien la recomendó para posar de modelo en La Esmeralda.
Juan Rafael Coronel Rivera ha escrito que López –a quien consideraba su mamá adoptiva por la relación que tuvo con su padre, el pintor Rafael Coronel– es hija de la Escuela Mexicana de Pintura, aunque generacionalmente pertenece al movimiento La Ruptura. Su obra también está arraigada en la pintura modernista como naif y el curador la compara con el francés Henri Rousseau.