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Obra recrea la vida de la primera cirujana partera

La compañía Ezzéna Ákrata visibiliza a mujeres destacadas en la historia de México, pero relegadas al olvido

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▲ Edith Pérez García combina danza, teatro y performance para rendir homenaje a Matilde Montoya, quien obtuvo su título de médica en 1887.Foto Juan Rodrigo Becerra Acosta
 
Periódico La Jornada
Jueves 27 de marzo de 2025, p. 4

La historia de Matilde Montoya no sólo representa un hito en la medicina mexicana, sino también un testimonio de lucha y perseverancia que cobra vida en escena con el proyecto Pioneras invisibles, que se estrena mañana en el Jardín Escénico de Chapultepec.

Esta pieza unipersonal, que combina danza, teatro y performance, es el resultado del trabajo de la compañía Ezzéna Ákrata y su fundadora, Edith Pérez, quien se dio a la tarea de visibilizar figuras femeninas trascendentales en la historia de México, pero que han sido relegadas al olvido.

En un principio, quería hablar de las mujeres que han sobresalido por sus actos y logros, pero me di cuenta de que siempre se mencionaban las mismas figuras ya conocidas, explicó Pérez en entrevista con La Jornada.

Entonces, cambié mi enfoque y me dediqué a investigar a mujeres con poco renombre, que han permanecido desapercibidas a lo largo del tiempo.

Así fue como descubrió a Matilde Montoya, la primera mujer en México que obtuvo el título de médica cirujana y partera en 1887. Con su logro, desafió un sistema que hasta entonces sólo admitía a hombres en la profesión.

La iniciativa cultural contempla también a otras figuras femeninas de la historia nacional. Gracias al soporte del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, la primera entrega está dedicada a Montoya, pero en el futuro también se abordarán las vidas de Valentina Ramírez, Elvia Carrillo Puerto y Benita Galeana o María Izquierdo, quien homenajeó el movimiento indigenista en México.

El proceso de creación de Pioneras invisibles fue un reto. Según Edith Pérez, la mayor complejidad consistió en transformar la abundante información biográfica en escenas poéticas y metafóricas.

Era abrumador manejar tanta información y convertirla en imágenes escénicas, reconoció la bailarina, coreógrafa y docente. No obstante, con el tiempo y el apoyo de guías y tutores, la historia tomó forma.

Uno de los hallazgos más significativos en su investigación fue el papel fundamental de la madre de Montoya, quien impulsó su educación desde la infancia.

Fue ella quien exigió que le pusieran maestros particulares, ya que en esa época la educación para las mujeres era limitada, añadió Pérez.

Gracias a su respaldo, Matilde desafió las normas establecidas y abrió el camino para otras mujeres en la medicina.

Otro aspecto impactante de la vida de Montoya fue su experiencia en Puebla, donde comenzó a ejercer la obstetricia y la partería en un entorno dominado por hombres.

La médica observó los partos atendidos con métodos agresivos, como los fórceps, lo que, en manos inexpertas, podía ocasionar daños severos a la madre y al bebé. Decidió entonces prepararse más para ofrecer una alternativa más segura y digna, comentó la creadora del montaje.

Añadió que, pese a los obstáculos, Matilde Montoya recibió apoyo de figuras claves, incluido el presidente Porfirio Díaz, quien intervino para que pudiera presentar su examen profesional. Es impresionante cómo su lucha fue respaldada en ciertos momentos por personajes que uno no imaginaría, subrayó Pérez.

“Con esta pieza rendimos homenaje a una mujer que rompió las barreras impuestas a su género. Es un reto y un privilegio ser la creadora de esta obra. Espero que el público se lleve una experiencia estética y, además, se sienta inspirado a seguir visibilizando a tantas mujeres que dejaron una huella en nuestra historia y merecen ser recordadas.

En la educación tradicional apenas se menciona a una o dos figuras femeninas, por lo que es esencial rescatar estas historias y darles el lugar que les corresponde, concluyó la coreógrafa.

Pioneras invisibles se presentará en el Laboratorio de Creación Escénica del Jardín Escénico de Chapultepec (Paseo de la Reforma y Campo Marte s/n) mañana, el sábado y el domingo a las 19, 18 y 17 horas, respectivamente. La entrada es libre y el programa está recomendado para mayores de 12 años.