El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos pone en riesgo la transición energética, señalaron expertos, quienes también apuntaron que esta nueva etapa será una oportunidad para México.

En días recientes el próximo mandatario calificó de vergonzosa una orden ejecutiva de Joe Biden que restringe las perforaciones para extraer gas y petróleo en aguas de esa nación. Además, Trump, uno de los mayores críticos de la transición energética, que implica la generación con fuentes limpias, declaró que buscará detener proyectos de turbinas eólicas marinas por ser horribles y caros.

Alonso Romero, especialista en el sector energético, comentó que la política energética interna de Estados Unidos no sufrirá mayores cambios, en particular en materia de hidrocarburos, pues durante la administración de Biden se otorgaron más permisos de exploración y producción de petróleo en comparación con el primer periodo de Trump.

Estados Unidos aumentó de manera considerable su producción durante la administración de Biden y se lograron montos de producción nunca antes vistos. Estamos hablando de cerca de 19 millones de barriles al día.

Apuntó que si bien Biden impulsó la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés), la cual otorgaba incentivos fiscales para la construcción de proyectos de energía renovable, todos esos créditos estaban atados a exploración y producción de petróleo.

Además, con Biden se rechazaron el mayor número de plantas eólicas por cuestiones regulatorias e impactos ambientales.

Va a haber un cambio de discurso y de política internacional. Trump seguramente va a sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París, pues no estaba cumpliendo su parte, no había aportado el dinero que había quedado. Había un compromiso de llegar a 100 mil millones de dólares entre todas las naciones, pero nunca lo lograron.

Anticipó que Elon Musk, quien estará al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental, buscará cortar todo tipo de transferencias y ayudas monetarias al exterior y eso incluye los fondos de transición energética, los cuales Estados Unidos se había comprometido a aportar.

Los planes del presidente Trump respecto a emitir algunas órdenes ejecutivas para impulsar la exploración y producción de hidrocarburos en Estados Unidos no sólo representa un contrasentido a lo que venía haciendo el país vecino en cuanto al impulso de nuevas tecnologías. Es, también, una decisión que desacelerará la transición energética en el país y que alargará el objetivo de cero emisiones a 2050, señaló Arturo Carranza, experto en energía.

Romero indicó que se espera que en la nueva era de Trump la industria del gas natural licuado sea un sector de mayor relevancia, pues a mediano plazo será la que suministre el combustible a Europa y Asia.

Carranza consideró que “para el caso de México, la nueva política energética de Estados Unidos representa una oportunidad para atraer inversiones relacionadas a la generación con fuentes renovables.

En el contexto del Plan México, que plantea esquemas de participación privada en generación de electricidad, muchas empresas estadunidenses podrán encontrar oportunidades y proyectos de inversión en nuestro país, agregó.

Por su parte, Romero señaló que México tiene la oportunidad de hacer una transición energética al ritmo que más le conviene, pues el gobierno de Claudia Sheinbaum busca expandir el abanico de energías limpias, como la geotermia.