Representantes de la futura administración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, rechazaron discutir planes de deportación de migrantes irregulares con México, Guatemala y Honduras, informó ayer el diario New York Times (NYT), citando a funcionarios latinoamericanos.

El equipo de Trump rechazó la petición de México de organizar una reunión oficial y afirmó que las conversaciones de este tipo sólo pueden comenzar después de la ceremonia de juramentación, informaron al rotativo estadunidense un funcionario mexicano y otras dos personas familiarizadas con el asunto.

Las fuentes agregaron que el equipo de Trump rechazó solicitudes de reuniones formales, y señalaron que cualquier diálogo detallado comenzará después de su toma de posesión. Los gobiernos de Guatemala y Honduras recibieron respuestas similares, lo que causó incertidumbre para las autoridades de la región.

Especialistas consultados por el NYT afirmaron que no es así como suelen funcionar las cosas, en referencia a la falta de contactos informales antes de la transición de poder. Añadieron que el gobierno entrante podría estar evitando confrontaciones iniciales para aumentar la presión a través de decretos ejecutivos sobre migración con el fin de fortalecer su posición en futuras negociaciones.

Desde Guatemala, el portavoz presidencial, Santiago Palomo, confirmó que no se han sostenido conversaciones específicas sobre políticas migratorias, mientras en Honduras, la presidenta Xiomara Castro amenazó con expulsar a las fuerzas estadunidenses de su territorio si se implementan deportaciones masivas.

Si el alcalde de Chicago no ayuda, que se quite: Homan

La administración entrante de Donald Trump está planeando una redada migratoria a gran escala en Chicago, programada para comenzar el martes posterior a su toma de posesión y extenderse durante toda la semana, según revelaron fuentes al Wall Street Journal (WSJ). La operación sería el primer paso en la prometida campaña de deportaciones masivas del presidente electo.

El diario estadunidense reportó que se espera que entre 100 y 200 agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas participen en la redada, enfocándose en inmigrantes con antecedentes penales, incluidos delitos menores que la administración Biden no persiguió. Las fuentes añadieron que cualquier persona sin documentos presente durante un arresto también sería detenida.

Chicago fue seleccionada debido a su gran población inmigrante y al enfrentamiento público entre Trump y el alcalde demócrata Brandon Johnson.

Tom Homan, futuro zar jefe fronterizo de Trump, dijo durante un evento reciente en esa ciudad: Vamos a empezar aquí mismo, en Chicago. Si el alcalde no quiere ayudar, que se aparte. Si nos impide el paso, lo procesaré.