Víctor Sardina sujeta el cuerpo de su arco con los dedos de los pies y su soltador está amarrado a una pechera con una cuerda, para luego activar el gatillo con la mandíbula en cada lanzamiento. El arquero mexicano nació sin brazos y desde pequeño se involucró en el depor-te con el sueño de llegar a unos Juegos Paralímpicos, anhelo que consiguió en París 2024, con tan sólo dos años de haber iniciado en su disciplina.

El deporte paralímpico es una gran oportunidad para muchos de nosotros, pues te abre múltiples puertas para seguir creciendo como persona y atleta, ya que requiere de mucha preparación y constancia. Tiempo atrás llevé una vida de mucha fiesta, mucho alcohol, iba por el camino de la perdición y el deporte me dio nuevas oportunidades que aproveché, comentó. 

En la pasada justa veraniega no solamente cumplió su misión de estar con los mejores paratletas del orbe, sino que disputó su permanencia en la justa ante el estadunidense Matt Stutzman, uno de sus más grandes ídolos, con quien cayó en dieciseisavos de final.

El heredero

“Siempre había querido enfrentarme contra él, lo admiro mu-cho, también nació sin brazos y para mí fue algo muy chingón poder compartir escenario junto al mejor del mundo. Al terminar la prueba me dijo cosas muy bellas: ‘Continúa en este deporte, eres muy bueno y pronto serás el mejor. Yo me retiro, pero te heredo mi lugar.’ Esas palabras las recuerdo todavía y me motivan a seguir rumbo a Los Ángeles 2028”, dijo el arquero tricolor, de 29 años, quien finali-zó el año en el lugar 25 del ranking de World Archery en la moda-lidad de arco compuesto categoría abierta.

En esa especialidad los atletas suelen tener una discapacidad en la mitad superior, inferior o a un lado del cuerpo, la diana mide 80 centímetros de diámetro y los lanzamientos se realizan a una distancia de 50 metros desde la línea de tiro.

Él me dio un regalo al ver mi talento y potencial pese al po-co tiempo que tengo tirando. No hay explicación que el mejor del mundo te diga esas palabras, ha sido el partido que más he disfrutado en mi vida, agregó.

Stutzman es un referente de la disciplina, al conquistar meda-lla de plata en Londres 2012, y darle visibilidad al deporte paralímpico en múltiples espacios.

Los doctores dijeron que no hay razón médica que explique por qué nací sin brazos, así es como soy, es todo. Puedo hacer las mismas cosas que los demás, pues fui bendecido por tener la posibilidad de usar mis pies como manos, señala el estadunidense durante el documental Rising Phoenix: Historia de los Juegos Paralímpicos.

México ha ganado 328 preseas en su historia en los Juegos Paralímpicos, de las cuales obtuvo 17 en la última justa veraniega.

Hay que seguir demostrando lo que somos capaces de hacer. Valió la pena haber estado en varios deportes desde niño: atletismo, futbol y natación. Practicarlos me ayudó a fortalecer mis piernas y hacerme un poco más hábil, pues en el tiro con arco se requiere de mucha precisión y para lograrlo necesitas demasiada fuerza en las piernas. Por eso también estoy destacando, es una ventaja que tengo y espero consumarlo en los próximos juegos, indicó Sardina.

El paratleta mexicano afirma que no ha sufrido discriminación, pero si en algún momento le ocurriera, ignoraría los comentarios y se enfocaría en todo lo que ha logrado.

Nunca he pasado por una situación así, y si un día llego a vivirlo no le tomaré importancia. Soy un atleta profesional en el tiro con arco y no me debo dejar tum-bar por cualquier comentario, si voy por la vida escuchando insultos nunca voy a cruzar esa barrera y no llegaré adonde quiero estar. Nunca hay que perder el enfoque de nuestros sueños y hay que seguir aferrados a ellos, concluyó.