Jueves 26 de diciembre de 2024, p. 20
Damasco. Las nuevas autoridades de Siria anunciaron un pacto con todos los grupos armados
su disolución e integración bajo el mando del ministerio de Defensa, durante una reunión entre sus mandos y el nuevo líder sirio, Ahmed al Sharaa.
En este contexto, 14 funcionarios del gobierno de facto murieron en un enfrentamiento con remanentes
de la adminsitración del derrocado Bashar Al Aassad, mientras al menos una persona perdió la vida en Homs, durante la represión a una manifestación alauita, comunidad minoritaria a la que pertenece Al Assad.
El pacto alcanzado con los grupos armados no incluye a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dominadas por los kurdos y respaldadas por Estados Unidos, que controla territorios del noreste del país. Discutiremos esta cuestión con el gobierno de Damasco, porque queremos preservar ciertas características de nuestras fuerzas en esta región
, declaró Mazloum Abdi, comandante del grupo armado, en entrevista con France 24.
En Tartus, 14 representantes del ministerio del Interior murieron y 10 resultaron heridos al intentar detener a un ex funcionario del gobierno de Al Assad, acusado de dictar en el pasado órdenes de ejecución y sentencias arbitrarias contra presos.
En Damasco, Homs y Hama hubo protestas alauitas tras difundirse un video de un presunto ataque contra uno de sus santuarios. Al menos una persona pereció y cinco resultaron heridas cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego para dispersar a los manifestantes
, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres. En respuesta, el gobierno impuso un toque de queda desde las 6 de la tarde hasta las 8 de la mañana.
Asimismo, las autoridades sirias quemaron ayer un millón de pastillas de captagon y depósitos de cannabis, hachis, alcohol y cajas de Tramadol, encontrados durante inspecciones en el barrio de Kafar Suse, donde, aseguraron, el gobierno de Al Asad tenía las oficinas del aparato de seguridad.
El captagon, una anfetamina producida a escala industrial bajo el depuesto régimen de Bashar al Asad, convirtió a Siria en un narcoestado con un negocio ilegal de más de 10 mil millones de dólares, según una investigación de la agencia de noticias Afp.