▲ En el laboratorio, las larvas se mantienen en brotes de cedro rojo, a 25 grados de temperatura y 70 por ciento de humedad.
Foto cortesía de la doctora Rebeca González Gómez
El propósito es generar un manejo sustentable y dejar de usar sustancias químicas para erradicar esa polilla
Eirinet Gómez