Lunes 9 de diciembre de 2024, p. 28
Ante el largo abandono, expertos proponen convertir la barranca del río Becerra, una de las 13 de la alcaldía Álvaro Obregón, en una fábrica de agua
que permita sanearla para mejorar la vegetación y su calidad ambiental a lo largo de siete kilómetros.
En la actualidad, esa zona tiene un grave deterioro a causa de los tiraderos de basura y cascajo, así como las descargas de aguas grises de las viviendas de sus laderas.
La contaminación empieza desde la parte alta, donde se observa que tanto los habitantes de los lujosos condominios de La Loma Santa Fe –con amplios ventanales que tienen como vista el área verde–, como las familias de viviendas precarias de la colonia Jalalpa, la utilizan como canal de desagüe.
En la parte baja, donde se ubica la presa A del río Becerra, uno de los tres embalses de la barranca, la situación es más crítica. Los despeñaderos tienen cascadas de basura y montañas de cascajo acumulado en los pasados cinco años.
El doctor Manuel Perló Cohen, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, consideró que es posible revertir el daño a la barranca y convertirla en una fábrica de agua que volvería a dotar de líquido a la ciudad
, como ocurrió durante la Colonia, con el acueducto de Santa Fe, que incluso fue más importante que el de Chapultepec.
Detalló que el proyecto que desarrolla junto con otros especialistas y la alcaldía tiene tres etapas. La primera es habilitar infraestructura en la Alameda Poniente para la captación pluvial, con humedales artificiales para su posterior tratamiento, junto con un complejo para deportes olímpicos que haría de este lugar el parque más importante del poniente.
Las siguientes tienen qué ver con la intervención en la barranca; sobre la basura y las descargas se debe tratar con la comunidad desde el primer momento, y posteriormente el saneamiento de las tres presas.
Héctor Hernández Llamas, coordinador de asesores de la alcaldía, aseguró que es uno de los tres proyectos prioritarios de la actual administración para el rescate de las barrancas, por lo que se solicitó al Congreso local 400 millones de pesos.