Los programas de inclusión económica son eficaces en función de sus costos y tienen impacto, pero sólo llegan a una de cada 10 personas en pobreza extrema en el planeta, destaca el Informe sobre el estado de la inclusión económica 2024: los caminos hacia una mayor escala, del Banco Mundial (BM).

Los programas de transferencias monetarias, capacitación, capital empresarial, orientación y acceso al mercado ayudan a salir de la pobreza a las personas más vulnerables, en particular a las mujeres, pero apenas llegan a 10 por ciento de los aproximadamente 700 millones de personas que viven en la miseria, lo que equivale a poco más de 70 millones en 88 países.

Los gobiernos han multiplicado estos programas, pero la colaboración con organizaciones no gubernamentales, comunitarias y el sector privado es fundamental para superar las limitaciones, destaca el análisis.

Hay pruebas contundentes del impacto significativo que tienen los programas de inclusión económica en la seguridad alimentaria, el consumo y los ingresos, dijo Iffath Sharif, directora de la Práctica Global de Protección Social y Trabajo del BM en el documento.

Cuando se implementan a través de sistemas gubernamentales, estos programas pueden ser sumamente eficaces en función de los costos y generar un alto rendimiento sobre la inversión, agregó.

En Zambia, por ejemplo, un programa de inclusión económica para mujeres llevó a que el consumo y las ganancias de las empresas aumentaran 19 por ciento y 45 por ciento, respectivamente, y a que se recuperars el costo en un año.

En Níger, gracias a un programa, el consumo aumentó 15 por ciento y los ingresos comerciales de las mujeres se duplicaron.

El BM informó que en julio pasado, durante la reunión del G20 que reunió a ministros de finanzas y gobernadores centrales para discutir políticas que promuevan la estabilidad financiera internacional, el organismo se propuso llegar a 500 millones de personas a través de medidas de protección social para 2030, por lo que ya trabaja con 42 países para implementar programas integrales de inclusión económica a través de sus sistemas de protección social.

Esto incluye el apoyo a 250 millones de mujeres pobres y vulnerables mediante programas de protección social. Para tales efectos, será imprescindible ampliar los programas de inclusión económica, manifestó la institución financiera.