Al cierre del segundo trimestre, la población en situación de pobreza laboral (formada por aquellos que con sus ingresos no pueden adquirir la canasta básica) se ubicó en su nivel más bajo en los últimos 17 años, dio a conocer un estudio de BBVA, con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

De acuerdo con esos datos, al cierre de junio la proporción de la población mexicana ocupada que se encontraba en pobreza laboral era de 35 por ciento. Este porcentaje es el más bajo que se ha visto desde el segundo trimestre de 2007 y el segundo menor desde el primer trimestre de 2005.

Según BBVA, esta cifra también es 1.7 puntos porcentuales menor que el último registro de población en situación de pobreza laboral que existía antes de que empezara la crisis sanitaria y económica por la pandemia de covid-19 en el primer trimestre de 2020.

En su comparación con el trimestre enero-marzo, la población en pobreza laboral se redujo 0.8 puntos porcentuales, de 35.8 por ciento a 35 por ciento.

En un año (es decir, del segundo trimestre de 2023 al mismo periodo del presente año) la población en esta situación se redujo en 2.8 puntos porcentuales, pues en el periodo abril-junio del año pasado era de 37.8 por ciento, lo que se atribuye a un aumento del empleo y un incremento de 8.9 por ciento en el ingreso laboral de las personas.

Crecieron ingresos de los hogares

BBVA precisó que 47.6 por ciento de la población rural se encontraba en pobreza laboral al cierre del segundo trimestre, proporción menor en 2 puntos respecto a la del trimestre anterior (49.6 por ciento) y 2.7 puntos más bajo que en el mismo periodo del año anterior.

Así, el porcentaje de la población en situación de pobreza laboral en el campo es el más bajo desde el primer trimestre de 2005, fecha en que se inició el registro de este indicador.

Respecto a la diferencia de la pobreza laboral en los ámbitos urbano y rural, del primer al segundo trimestres el año disminuyó 1.6 puntos porcentuales en términos absolutos, toda vez que pasó de 18.3 a 16.7 puntos. Pero esta brecha no es de las más bajas que se han registrado en el periodo, explicó.

De enero de 2020 a julio de 2024 el costo de la canasta alimentaria rural ha aumentado 43.7 por ciento, y 42.2 por ciento en las ciudades, en un entorno marcado por altos niveles de inflación a escala global.

El estudio destaca que, dados los importantes incrementos en los costos de la canasta alimentaria en años recientes, las reducciones de la población en pobreza laboral se explican por un aumento importante del ingreso laboral de los hogares.

Señaló que los primeros trimestres posteriores al inicio de la pandemia, en 2020, llevaron a una reducción nominal del ingreso laboral de los hogares, el cual no pudo recuperar su nivel previo a la pandemia hasta el segundo trimestre de 2021.

Añadió que en los tres años posteriores, de 2021 a 2024, se presentaron incrementos importantes en el promedio nacional del ingreso per cápita, explicados en gran parte por los incrementos anuales al salario mínimo que ha impulsado la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Entre el primer trimestre de 2020 y el segundo de 2024, el ingreso laboral promedio per cápita se incrementó en 50.3 por ciento en pesos corrientes. En términos reales, ajustados a la inflación, aumentó 19.4 por ciento, pero si se ajusta considerando el costo de la canasta alimentaria, en este periodo de poco más de 4 años creció 8.6 por ciento, es decir para los hogares con menores ingresos laborales, los cuales gastan una mayor proporción de su ingreso en alimentos, la percepción del incremento en su poder adquisitivo es menor que el de los salarios incremento ajustado por inflación, explicó el banco.