Aun si en lo que resta de esta administración federal el peso llegara a devaluarse, éste sería el sexenio con menos afectación a nuestra moneda en 50 años, aseveró el presidente Andrés Manuel López Obrador.

A la par, rechazó que haya una pausa en las inversiones extranjeras derivado de la discusión por la reforma al Poder Judicial, como lo planteó el diario estadunidense The Wall Street Journal. Por el contrario, aseguró, está llegando a México más capital desde el exterior.

En su conferencia de ayer en Palacio Nacional, el jefe del Ejecutivo sostuvo que el peso está resistiendo, y que las fluctuaciones que ha tenido en días recientes tienen que ver fundamentalmente con factores externos, y se puede probar; no tiene que ver, como dicen nuestros adversarios, con el miedo que tienen los mercados a la reforma judicial, no.

Incluso arriesgó una hipótesis: En caso de que en los 20 días (que faltan de su mandato) no logremos el que por primera vez en 50 años el peso no se devalúe, y se devalúa, va a ser el sexenio en que menos se depreció el peso en 50 años. Eso ya lo podemos dar como un hecho.

Si bien es cierto, reconoció, estamos en la rayita, los números en comparación con gobiernos anteriores son muy lejanos.

El mandatario presentó un gráfico con el nivel de caída de la moneda durante las administraciones neoliberales. Con Miguel de la Madrid la devaluación del peso fue de 4 mil 462 por ciento; con Carlos Salinas de Gortari, 48.9 por ciento; con Ernesto Zedillo, 171.6; con Vicente Fox, 16.7; con Felipe Calderón 18.9, y con Peña Nieto 47.9 por ciento. En tanto que en este sexenio, al 6 de septiembre, el peso ha perdido 1.9 por ciento.

También descartó el editorial del diario The Wall Street Journal de acuerdo con el cual la enmienda constitucional en material judicial –que se prevé sea aprobada esta semana– preocupa a los inversionistas extranjeros que temen que los jueces se vuelvan dependientes de los electores o de consideraciones políticas en lugar que la ley, por lo que se calcula que las firmas extranjeras estarían reteniendo 35 mil millones de dólares en proyectos de inversión.

Nos echaron encima a todos los periódicos (extranjeros). No es cierto, no es cierto, al contrario están llegando mas inversiones, respondió a pregunta sobre el tema.

Asimismo, negó las afirmaciones de The Economist en el sentido que su sucesora, Claudia Sheimbaum, heredará un cáliz envenenado.

En respuesta, el Presidente calificó a los medios internacionales como pasquines que protegen los intereses de las grandes corporaciones.

Subrayó que los empresarios que invierten en el país lo que quieren es que haya seguridad, que haya un auténtico estado de derecho, autoridades fuertes por decisión de los ciudadanos, es decir, que haya una auténtica democracia, eso es lo que quieren, y tienen ellos mucha información.