Guadalajara, Jal., Un séptimo trabajador falleció a consecuencia de la explosión del martes en el área de producción de la fábrica José Cuervo, municipio de Tequila; mientras el gobernador Enrique Alfaro culpó a los empleados de no seguir los protocolos de seguridad y propiciar el accidente que mantiene grave a otra persona.

El empleado que murió ayer fue identificado como Jorge Rodolfo Ochoa Rodarte y, al igual que Carlos, el octavo accidentado que sigue delicado, se encontraba en el área de quemados del Centro Médico de Occidente del Instituto Mexicano del Seguro Social, con lesiones de segundo y tercer grados en 50 por ciento del cuerpo.

Desde el miércoles comenzó la entrega de los seis cuerpos a sus familiares; la mayoría eran residentes del municipio de Tequila, confirmó el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.

El jueves, el gobernador emecista Alfaro descartó que pudieran ser reubicadas las fábricas tequileras como Cuervo, asentadas en la zona urbana de Tequila, pues la “actividad turística de miles de personas depende de la visita de paseantes interesados en los procesos productivos en las destilerías.

Fue un error que tiene causas perfectamente identificadas; las tequileras han operado ahí por muchos años y lo que hay que hacer es extremar precauciones, cuidar protocolos y evitar que se vuelva a repetir un asunto así, manifestó.

Explicó que el accidente ocurrió porque los trabajos de soldadura se hicieron sin ningún tipo de precaución; lo empleados no tomaron las medidas preventivas pertinentes para esa labor junto al tanque que explotó.

Mientras, la fundación José Cuervo expresó sus condolencias a los deudos de seis víctimas de la explosion en la fábrica de la Rojeña, e informó en un comunicado que las personas que murieron o sufrieron lesiones recibirán ayuda mediante un programa de apoyo que se conocerá en los próximos días. Este suceso nos afecta profundamente a todos y nos unimos en solidaridad en este momento, subrayó.