Personas migrantes, entre ellas familias con niñas y niños que pernoctaban en la Casa del Migrante de la alcaldía Cuauhtémoc, fueron dejadas a su suerte, luego de que el albergue cerró sus puertas, denunció el Grupo de Monitoreo Frontera Centro, integrado por organizaciones civiles.

Algunos migrantes, de alrededor de 90 que se refugiaban en este lugar, dijeron a La Jornada que el cierre se realizó hace un par de semanas y que los administradores no brindaron otras opciones ni les avisaron con tiempo para buscar qué hacer, ya que les informaron una noche antes.

Dicha situación generó que algunas personas estén en situación de calle en la colonia Juárez, donde se ubica la Casa del Migrante, otras comentaron que están pagando para quedarse en un estacionamiento y que alquilan cuartos, en tanto que las demás se fueron a otro albergue en la zona de Tepito o avanzaron hacia los estados de la frontera norte.

Aunque hasta ayer la alcaldía no había informado los motivos del cierre, cabe recordar que existían presiones de vecinos para que dejara de operar este espacio habilitado por la ex alcaldesa Sandra Cuevas en abril de 2023. En junio pasado, un grupo de residentes dijo que solicitaría que en ese lugar, ubicado en la calle Roma, vuelva a operar la Dirección Territorial Juárez-San Rafael y que se reabriera el jardín Jesús Reyes Heroles, a un costado del inmueble.

En un recorrido por la zona, María, ecuatoriana, contó que tenía 15 días pernoctando en la Casa del Migrante: no escuché que dijeran que iban a cerrar, fue una noche antes que nos avisaron. Nos sacaron a las 7 de la mañana, éramos bastantes y no nos dieron opciones o referencias de algún lugar adonde pudiéramos ir, nada.

En entrevista, compartió que en ese momento cada quien agarró sus cosas e hizo lo que pudo. Ella, señaló, junto con su hermano encontró un garage, donde por 100 pesos al día les dejan quedarse en una casa de campaña.

En un estacionamiento también pernocta una familia con tres niñas, originarios de Venezuela. Otras afectadas son una peruana embarazada y una venezolana con seis hijos.

Al lugar llegaban hasta 200 personas a partir de las 3 de la tarde y salían a las 7 de la mañana.