Desde que entró en vigor en 1992 la Ley de Aguas Nacionales, el líquido lo explotan y acaparan 3 mil 304 grandes usuarios privados por medio de concesiones que son una privatización encubierta, las cuales vulneran el derecho humano a ella, además de que las comisiones locales y la federal han priorizado su entrega a las grandes transnacionales depredadoras y privatizadoras, señaló la Asamblea Nacional por el Agua, la Vida y el Territorio.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha entregado 514 mil concesiones, lo cual la convierte en responsable directa de la catástrofe que el saqueo ha provocado en las comunidades de todo el territorio mexicano: 28 de las 32 entidades reportan sequía en al menos 50 por ciento de sus territorios y los casos extremos se acentúan en Sonora, Chihuahua, Durango y Querétaro, sostuvo la asamblea en la convocatoria al quinto encuentro que se realizará el 17 y 18 de agosto en la Casa de los Pueblos y Comunidades Indígenas Samir Flores, en la Ciudad de México.

La organización agregó que aun así la Conagua todavía otorga permisos a grandes empresas que no sólo sobrexplotan el agua, también la contaminan; tal es el caso de Granjas Carroll, que cuenta con 14 títulos de concesión para explotar por 30 años más de 2 millones 182 mil 489 metros cúbicos en Puebla, mientras los campesinos de la cuenca Libres-Oriental carecen del recurso para el riego de sus parcelas.

La asamblea aseguró que algunas trasnacionales responsables del saqueo son Coca-Cola, Pepsi, Danone, Nestlé, Bimbo, Lala, Femsa, Ternium, Grupo México y Driscoll, entre otras, que pueden extraer directamente miles de millones de litros al año con la finalidad de comercializarla y elaborar productos generadores de enfermedades crónicas como diabetes y cáncer.

Precisó que tan sólo Grupo México extrae 50 millones de litros para la explotación de yacimientos de cobre, plata y oro, mientras la población a orillas del río Sonora padece de la escasez del líquido para consumo humano y sus actividades productivas. Las empresas son responsables directas del asesinato de cuerpos de agua completos, como es el caso de la cuenca Lerma Chapala Santiago, en Jalisco, y la Cuenca del Alto Atoyac, en Tlaxcala y Puebla.

La asamblea está integrada por el Congreso Nacional Indígena, la comunidad otomí residente en la Ciudad de México, representantes de diversas entidades del país, organizaciones locales y sindicatos, que buscan fortalecer la organización comunitaria y proponer acciones efectivas frente a la crisis hídrica desde la acción y la denuncia.