Miércoles 19 de junio de 2024, p. 9
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que no podría haber gobernado sin el apoyo de las fuerzas armadas, por lo que dijo estar seguro de que éstas serán leales y disciplinadas
ante quien será su primera comandanta suprema, Claudia Sheinbaum Pardo.
Consideró que la Marina y el Ejército están preparados
para una presidenta, y confió en que no habrá problemas para que sigan sus órdenes.
Durante su conferencia en Palacio Nacional, el mandatario afirmó que debido al apoyo popular mostrado en la pasada elección, la próxima presidenta llegará con mucha fuerza al cargo.
A poco más de tres meses para que se dé el relevo en la titularidad del Ejecutivo federal, el tabasqueño destacó que tanto marinos como militares reafirmarán su lealtad y disciplina ante Sheinbaum.
El presidente es el comandante supremo. Y son muy leales, muy disciplinados, por eso es un ejército distinto. Y a Claudia la conozco muy bien, no es tolerante a la indisciplina y al autoritarismo, y a la deshonestidad, o sea, no acepta eso.
Reiteró que su mandato no hubiese podido avanzar como lo hicimos sin el apoyo de las fuerzas armadas. Fue clave, indispensable
.
Atendieron a la población en desastres generados por eventos naturales, distribuyeron más de 200 millones de dosis contra el covid-19, desarrollaron obras públicas, se sumaron a las acciones contra la violencia y el crimen organizado y colaboraron para la creación y consolidación de la Guardia Nacional.
Por ello, criticó que haya sectores que han querido socavar sin pruebas
a las fuerzas armadas, en especial al Ejército.
Eso tiene que ver porque no se han dejado manejar por quienes antes dominaban desde el extranjero. Muchos casos son venganzas, porque es una práctica perversa, mafiosa
desarrollada desde el exterior –consideró–, con el fin de debilitar presidentes o instituciones, y con ello los gobiernos extranjeros puedan imponer sus condiciones.
No hubo palomeo
López Obrador rechazó las versiones que apuntan a que habría palomeado
el próximo gabinete de Sheinbaum, a quien definió de una científica con dimensión social y comprometida con la transformación, al igual que su equipo de trabajo.
Es falso (...) No me estoy metiendo en nada, en nada, además le tengo un gran respeto a la presidenta electa, la admiro.
Aseveró que una vez que se retire no hará gestiones en favor de nadie, ni de compañeros, ante la presidenta, pues procurará no salir de su quinta en Palenque, Chiapas.
Incluso, dijo, enfrentará la disyuntiva de cómo visitar a su compañera, Beatriz Gutiérrez Müller, en la Ciudad de México, pues no se le verá ni en vuelos comerciales. Cuando yo venga, pues voy a ver cómo le hago
.
Sobre la oposición, indicó que tienen que ser autocríticos por su derrota electoral; a la par que lamentó que ya endilguen agresiones y epítetos contra Sheinbaum.
López Obrador estimó que la falla de sus adversarios es estructural y les será difícil de remontar, pues tiene que ver en su falta de amor y respeto al pueblo.
Esto, enfatizó, debe ser ejemplo también para los integrantes del movimiento de transformación. Que no vayan a sentirse que ya son los parlamentarios, los políticos y le den la espalda al pueblo, porque siempre hay esa tentación
.
En torno a los insultos contra su próxima sucesora, el mandatario planteó que no es lo mismo que, por ejemplo, Claudio X. González diga “que yo soy un inútil e inepto. Si me dice eso no tengo ningún problema, a lo mejor tiene razón –bromeó–, cuando uno lucha por una causa justa debe estar dispuesto a pagar cuotas de humillación; pero es distinto la ofensa a una mujer, no tienen razón”.
Por ello, les aconsejó serenarse y definir una estrategia para convertirse en una oposición que aporte, sea crítica y funcione como un verdadero contrapeso.