Puestos ambulantes que obstruyen el libre tránsito, vandalismo en su espacio público y desechos, así como aumento de personas en situación de calle y robos, de acuerdo con trabajadores de la zona, son algunas de las características que reflejan el abandono en el que se encuentra la glorieta de Insurgentes.

En un recorrido se observaron diversas pintas en el monumento El Sereno, en el exterior de la estación del Metro Insurgentes de la línea 1 –que se mantiene cerrada por las obras de remodelación–, así como en columnas, trabes y paredes de los pasillos, en particular el que conduce a la calle de Génova, donde se vende desde ropa, lentes de sol, carteras, fundas para celular hasta fragancias, a unos metros de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

Mientras, el que dirige a las avenidas Insurgentes y Chapultepec, en el cual hay locales con las cortinas abajo, sobresalen colchones, sillones, mochilas, cajas de plástico y cartones, sitio que ocupa este sector de la población para pernoctar, según trabajadores.

Una empleada de un establecimiento comercial señaló que su presencia en la zona va en aumento y a plena luz del día han ocurrido hurtos; una de estas personas entró a un local, robó una pertenencia y se fue caminando con total impunidad.

En otros casos, dijo, ha sufrido acoso, por lo que han tenido que intervenir vendedores ambulantes ante la falta de apoyo. Pasan por sus firmas los elementos de la policía turística, de nada sirve, tendría que sucederme algo entonces para que nos hagan caso; estamos en riesgo porque cuando están drogados son muy agresivos.

En tanto, un comerciante mencionó que no es el único lugar en el que hay proliferación de esta población, por lo que el verdadero problema es atender su desplazamiento y acceso a servicios básicos.

Por su parte, un elemento de seguridad del centro de Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (Pilares) dijo que no ha presenciado algún disturbio; sin embargo, suelen ocupar las áreas verdes para hacer sus necesidades.

Este diario publicó que desde 2021 ya existía un deterioro en el lugar, con problemas de inseguridad y drogadicción.