Hay que revalorar a la generación de la Ruptura
El curador Juan Rafael Coronel Rivera dedica su más reciente libro a este movimiento artístico
Domingo 16 de junio de 2024, p. 3
Los exponentes de la generación de la Ruptura han sido relegados al margen de la memoria colectiva, por lo que es necesario devolverles su lugar en la historia
, sostuvo el poeta, historiador del arte y curador Juan Rafael Coronel Rivera, a propósito de su libro más reciente dedicado a ese movimiento artístico.
En entrevista con La Jornada, el también etnólogo y editor explicó que “es necesario relanzar a estos artistas junto con sus obras para que las personas los conozcan. Incluso he querido hacer una exposición titulada Máscara contra cabellera, para poner de un lado a los representantes abstractos y, del otro a los figurativos, ya que sus movimientos eran opuestos.
“Decidí lanzar esta obra, Ruptura, debido a que es un tema muy cercano en mi vida personal. Fui hijo único y mis padres solían reunirse con exponentes rupturistas. De alguna manera crecí con ellos, empecé a escucharlos con detenimiento, veía lo que hacían mientras mi interés por la pintura y mi concepción filosófica de la historia del arte se formaron de la mano de muchos de sus protagonistas.
“Una de las cosas que les preocupaba era tener un estilo personal; en aquella época lo fundamental era la invención estilística, a diferencia del arte contemporáneo, en el que un día puedes hacer una mesa y al siguiente una escultura, instalación o video, y no necesariamente debes tener un estilo, aunque está implícito un lenguaje personal.
Otra de sus peculiaridades era su posición ideológica: no eran de derecha, pero sí veían muy mal la hegemonía de la izquierda estatal, derivada del dictador soviético Stalin y del líder comunista chino Mao Tse Tung.
Publicado por Talamontes Editores, Ruptura recopila una serie de ensayos y fotografías en los que Juan Rafael Coronel Rivera, hijo del artista zacatecano fallecido en 2019, narra el desarrollo de una generación cuya prioridad fue apartarse de los nacionalismos, la radicalidad política y la sumisión al Estado.
Sin embargo, las décadas en los que tuvo lugar la Ruptura (1952-1973) estuvieron enmarcadas por el espionaje, los asesinatos, las persecuciones políticas, la paranoia estadunidense, la bomba atómica y las invasiones en América Latina.
Rufino Tamayo, Wolfgang Paalen, Remedios Varo, Gunther Gerzso,Leonora Carrington, Mathias Goeritz, Juan Soriano, Manuel Felguérez, Alberto Gironella, Fernando García Ponce, Tomás Parra, Francisco Toledo, Naomi Siegmann y Beatriz Zamora son algunos rupturistas que figuran en el ejemplar.
Narrador y también fotógrafo, Coronel Rivera (Ciudad de México, 1961) externó su interés para reintroducir a estos artistas al público contemporáneo a fin de valorar sus aportaciones y evitar que éstas permanezcan para siempre en el olvido.
“El movimiento tuvo una importancia muy local, aunque los rupturistas mantuvieron un continuo estado de libertad creativa, cognitiva y espiritual. Es evidente que fueron punta de lanza en el panorama nacional para que surgieran muchas expresiones; por ejemplo, Gironella hacía ensambles fantásticos porque incorporaba piezas novohispanas, precolombinas, de ornato, con telas, volumen, y a veces hacía muebles.
“Muchos integrantes de la Ruptura tenían que estar armados. Eran perseguidos políticos, como Siqueiros y Revueltas. No era cosa sencilla. En la actualidad hay mucha más libertad, pero en aquella época pelear por sus ideales era cosa seria, prácticamente se jugaban la vida.
“De 1979 a la fecha me he desempeñado también como curador. Ahora sólo me involucro en proyectos de arte indígena o arte popular. No obstante, en todos esos años ninguna instancia nacional o extranjera me pidió intervenir en una exposición de la Ruptura. Me hablaban de Frida Kahlo, Diego Rivera, Orozco, Siqueiros, Tamayo y Francisco Toledo.
“Hace falta esa labor de difusión –además de dinero–, pero iniciativas como esta representan un paso para retomar la historia en la escena artística mexicana. Ofrezco al lector una visión crítica del impacto y relevancia de este movimiento, y espero fomentar mayor interés para abrir un debate sobre las diferentes perspectivas y evoluciones en el arte mexicano”, concluyó Coronel Rivera.
El libro Ruptura se presentó ayer en el Museo Kaluz, donde el autor estuvo acompañado por la promotora y gestora cultural Miriam Kaiser, Ester Echeverria, curadora y viuda del pintor Enrique Echeverría, la artista Ximena Cuevas y Esteban García Brosseau, arquitecto y doctor en historia del arte.