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El proyecto se inició hace 20 años

El gobierno de AMLO se disculpa por daños de El Zapotillo

En Temacapulín, Jalisco, representantes federales admitieron que existe responsabilidad del Estado

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▲ Arturo Medina Padilla, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, en el acto de disculpa a pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo por los daños ambientales, territoriales y sociales.Foto Arturo Campos Cedillo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 15 de junio de 2024, p. 21

Guadalajara, Jal., Casi 20 años después del rechazo a la construcción de la presa El Zapotillo para dotar de agua a 12 municipios de Altos de Jalisco, y a León, Guanajuato, funcionarios del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador acudieron a la plaza de Temacapulín para reconocer la responsabilidad del Estado y ofrecer una disculpa pública por los daños ambientales, territoriales y sociales que causó la obra durante ese tiempo.

En un acto en el que estuvo presente el secretario de Gobierno del estado, Enrique Ibarra Pedroza –pese a que el actual gobernador emecista, Enrique Alfaro, insistió hasta 2021 en que la obra debía erigirse a 105 metros de altura y enviar líquido a Guanajuato–, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (SG), Arturo Medina Padilla, afirmó que ese tiempo las autoridades “no protegieron a las comunidades que estaban bajo su cuidado. Manifestamos nuestra profunda solidaridad con ustedes por el desconcierto y la zozobra que experimentaron tantos años; reconocemos su papel en la construcción de un entorno incluyente y participativo. Su labor ha dejado en claro que la imposición de proyectos de infraestructura también es violencia. A nombre del Estado mexicano les ofrezco disculpas por hacer de la gestión de recursos naturales un proceso injusto, excluyente y autoritario, asentó.

Claudia Cecilia Gómez Godoy, defensora jurídica, junto a Guadalupe Espinoza, de los tres pueblos (Temacapulín, Acasico y Palmarejo) en resistencia y hoy delegada federal para encabezar el plan de justicia para esas comunidades, afirmó que por fin la incertidumbre había terminado para los habitantes de la región Altos Sur de Jalisco.

Los pueblos pueden seguir en paz su vida y la historia puede hacerse de manera distinta. Mucho hemos aprendido sobre los impactos ambientales, sociales, naturales que una presa puede traer, pero también en este día de celebración debemos decir que mucho hemos aprendido de lo que sí se puede hacer, de lo que se debe y de lo que se debe hacer bien, afirmó entre aplausos emocionados en la plaza.

Repudio en 2005

También acudieron el director del Organismo de Cuenca Lerma Santiago Pacífico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Ernesto Romero Cárdenas; el subsecretario de Regulación Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alonso Jiménez Reyes, y la subsecretaria de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la SG, Iris Mariana Rodríguez Bello.

El 20 de septiembre de 2005, un monigote bigotudo que representaba al presidente Vicente Fox (2000-2006) fue colgado en el asta de la plaza de Temacapulín, entre el repudio de habitantes que rechazaban con gritos y pancartas, pintas y letreros el anuncio de la construcción de El Zapotillo.

Jalisco era gobernado por Francisco Ramírez Acuña, panista igual que Fox, quienes ese día enviaron al director regional de Conagua, Raúl Antonio Iglesias Benítez, y al secretario de Gobierno estatal, Héctor Pérez Plazola, para prometer indemnizaciones y reubicación de la presa, en caso de ser necesario. La tierra no se vende, se defiende, fue la respuesta unánime.

Pérez Plazola, quien falleció en 2015, había dicho también: Se indemnizará a valores normales de reposición. Hasta las tierras que no son cultivables se van a pagar a valor comercial y no catastral. La respuesta: ¿Quién te dijo que queremos vender?

La resistencia, desde entonces fue evitar la inundación de los pueblos, a través de manifestaciones y oposición civil, así como interponer amparos y presentar denuncias. Pero fue la vía jurídica la que logró detener la construcción de la presa en 105 metros de alto, según el proyecto original, para quedar en 80 y evitar así inundaciones.

La obra ya no pudo avanzar, reforzado el amparo por consecutivas resoluciones judiciales, lo que finalmente se resolvería de fondo en 2021, cuando el presidente López Obrador encabezó una reunión en la plaza de Temacapulín, donde los tres pueblos reiteraron su negativa.

El mandatario suscribió el acuerdo para modificar el proyecto y la operación de la presa, con la garantía de no inundación a las comunidades, creándose la comisión presidencial de justicia para Temacapulín, Acasico y Palmarejo, que incluye acciones en materia de educación, cultura, turismo, conservación, infraestructura carretera y servicio hidráulico.