Asistentes al concierto de la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) del pasado fin de semana realizaron una protesta en apoyo a Palestina y en rechazo a la presencia de Noam Zur, director de orquesta de origen israelí, que fue invitado para dirigir el concierto donde se presentaría Tarde de verano, de Zoltán Kodály; Concierto para contrabajo núm. 2, de Giovanni Bottesini, y Sinfonía 6, de Antonín Dvorák.

La protesta tuvo lugar luego de que se hiciera público que durante el ensayo general, Noam Zur realizó una disertación con la que pretendió justificar el genocidio en Palestina, que ha dejado más de 35 mil personas muertas y más de 300 mil desplazados.

Dijo en el ensayo general que no quería hablar de política, tres segundos después quiso recordar que hace seis meses Hamas perpetró un ataque en contra de Israel, y mencionó el sufrimiento que esto ocasionó a su país y su familia. Está en su derecho de expresarlo. Lamentablemente, nuestro director omitió mencionar la barbarie, lo abominable e inhumano del genocidio que día con día su país, Israel, comete contra niños y población civil en Palestina desde hace 50 años, escribió Tonatihu García Jiménez, integrante de la orquesta, a través de sus redes sociales.

La posición del director invitado causó indignación entre la comunidad universitaria, que se expresó justo en el momento en que Noam Zur hizo su entrada a la sala de conciertos Tlaqná y se disponía a comenzar su presentación. ¡Fuera sionistas!, gritaron los asistentes al concierto que ondearon banderas de Palestina, mientras Zur permanecía de espaldas, con la vista puesta en la orquesta.

La manifestación se extendió por varios minutos y los músicos optaron por desalojar el escenario. Entre los asistentes había quienes pedían que se detuviera la protesta para que se desarrollara el evento, tanto derecho tienen de manifestarse como nosotros de ver el concierto, alegaban unos, y otros pedían que no permanecieran indiferentes a la injusticia.

La discusión se superó cuando uno de los músicos regresó al escenario para interpretar unas notas en el fagot, que trajeron la paz entre ambos sectores del público, lo cual dio pie a que el resto de la orquesta regresara a la sala y reiniciara el concierto.

Con las primeras notas de Tarde de verano, de Zoltán Kodály, los manifestantes se marcharon de manera silenciosa, en tanto otro grupo mantuvo desplegada una bandera de Palestina desde sus butacas durante la primera parte del concierto, que guardaron tras la solicitud de los administradores del lugar.

Al finalizar el concierto, cuando el director invitado Zur agradeció al público, se volvió a desplegar la bandera de Palestina.

Aunque la OSX no ha fijado una postura por la protesta, a petición del Consejo Universitario, la Universidad Veracruzana publicó un desplegado en el que condenó lo que sucede en la franja de Gaza y en todo el territorio palestino, en el que se viven crímenes recurrentes y arrestos arbitrarios, sinónimo de negación de los derechos fundamentales, de desesperanza y de una catástrofe humanitaria.

La UV se pronunció por un alto el fuego por parte de fuerzas israelíes y el cese a cualquier acto violatorio de derechos humanos e instó a las autoridades mexicanas a tomar todas las medidas necesarias para contribuir a detener el genocidio.