Texcoco, Méx., Una caravana de más de 300 migrantes de nacionalidades como Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Haití y Honduras atravesó ayer por el municipio de Texcoco para dirigirse a la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México.

Durante la tarde del jueves, el grupo de indocumentados ingresó caminando por la carretera Texcoco-Calpulalpan provenientes del estado de Tlaxcala.

A pleno rayo del sol cruzaron parte del municipio, donde recibieron apoyo de los cuerpos de emergencia y de las autoridades locales y estatales, que les brindaron comida y agua.

La caravana migrante, integrada por mujeres y hombres, así como una gran cantidad de niños, varios de ellos en carriolas, recorrieron kilómetros para arribar a la autopista Peñón-Texcoco, por donde entraron a la capital del país. En la vanguardia, el primer contingente cargaba una enorme cruz color blanco.

Elementos de la Guardia Nacional División Caminos abanderaron y resguardaron el paso de los extranjeros, quienes informaron que ayer mismo pretendían llegar a la Basílica de Guadalupe, donde pernoctarían.

Yo vengo de Nicaragua; tengo ya tres meses caminando desde Tapachula (Chiapas), pero hay personas que vienen a pie desde Honduras y llevan más tiempo, narró un indocumentado. “Algunos se van a quedar en la Ciudad de México y otros van a seguir caminando; hay quienes vienen huyendo de su país o buscan una vida mejor.

Yo salí para ayudar a mi familia, a buscar algo mejor para mi hijo que está en Nicaragua. Voy a intentar pasar a Estados Unidos, no se qué vaya pasar, pero haré el intento, relató el ciudadano nicaragüense.

Verónica contó que salió de Colombia hace cinco meses. Viaja con su esposo y dos hijos. Aurelio, de Venezuela, explicó que dejó en su país a su madre, por quien espera poder encontrar un trabajo en el país del norte y enviarle dinero.

Durante su trayecto, las personas en tránsito recibieron apoyo de una brigada de la Cruz Roja y algunos comerciantes y vecinos de las comunidades.

Alrededor de las 18 horas, los migrantes atravesaron la autopista Peñón-Texcoco y media hora más tarde cruzaron los límites del estado de México con la capital del país.