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La fuerza laboral en la transformación de la sociedad
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or décadas, el sindicalismo en México ha atravesado grandes desafíos, marcados por la corrupción, la indiferencia y la complicidad de gobiernos neoliberales y de algunos empresarios. Los trabajadores mexicanos han sido víctimas de un sistema sindical que dejó de escucharlos y representarlos, en gran parte debido al charrismo que creó gremios débiles y sin procesos democráticos. Sin embargo, con la llegada del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, se abrieron espacios para defender los derechos, alzar la voz y cambiar la realidad, creando las condiciones para que organizaciones como la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) que me honro en presidir, se constituyeran y se consolidaran.

En 2019, se marcó un punto de inflexión en la lucha por los derechos laborales en México, y hoy coordinamos sindicatos que representan a más de un millón de trabajadoras y trabajadores en todo el país. El crecimiento acelerado de la CIT confirma el interés puntual por un sindicalismo moderno y digno de la clase trabajadora mexicana. Así, el pasado 18 de mayo, bajo el liderazgo de José Luis Martínez y con el respaldo de nuestro Comité Ejecutivo Estatal, se estableció la CIT en Nayarit, un estado que se suma a las 20 existentes en toda la República.

Desde su fundación, la CIT ha trabajado incansablemente para construir un modelo sindical democrático, libre, moderno, progresista y con justicia laboral. Nuestra confederación refuerza su unidad, libertad y fortaleza en la lucha sindical para sumarse a una segunda etapa, dándole un tono más futurista. La confederación surge como una respuesta a la exigencia de los trabajadores frente al abandono de sus dirigentes y la defensa egoísta de sus intereses, además de romper con el viejo sindicalismo que sólo benefició a la clase empresarial a costa del esfuerzo, la dedicación y los conocimientos de hombres y mujeres trabajadoras.

Sin duda, la CIT ha colaborado estrechamente para impulsar reformas laborales que transformen la vida de la clase trabajadora. Nuestra central coloca a los empleados en el centro de todas las decisiones y procesos, promoviendo un sindicalismo transparente y tenaz, vinculado con el nuevo modelo laboral. Hemos logrado darle voz a aquellos que fueron silenciados y reprimidos, y les brindamos herramientas necesarias para defender sus derechos, la justicia y la libertad sindical.

Uno de los pilares de la CIT ha sido la promoción de la democracia sindical, una característica esencial que se refleja en la reforma laboral aprobada en 2019. Esta iniciativa permite a los trabajadores participar activamente en las decisiones de sus sindicatos: votar y ser votados de forma libre, directa, universal y secreta. Además, tienen la posibilidad de decidir sobre sus contratos colectivos de trabajo y ejercer la negociación colectiva. La libertad sindical es fundamental para avanzar hacia un bienestar y prosperidad compartida de la clase trabajadora.

En estos cinco años, la CIT ha logrado expandir sus principios y valores por todas las regiones de México, consolidando un modelo sindical moderno y avanzado. A pesar de los obstáculos, nuestra capacidad de acción y visión han permitido fortalecer una confederación con una estructura firme y sólida. Nuestra intención de fortalecer la libertad y la democracia sindical en todo el país mediante campañas de organización y capacitación en sectores estratégicos se mantiene con rumbo fijo y claro, nada nos detiene.

La CIT también se fortalece internacionalmente, su presencia por medio de alianzas estratégicas con importantes centrales obreras globales, como la Confederación Sindical Internacional, IndustriAll Global Union, Unite the Union, AFL-CIO, United Steelworkers, Internacional de la Construcción y la Madera y la Federación Americana del Trabajo, las cuales han sido cruciales para que nuestra organización sea un referente en temas laborales y sindicales en México. Creemos en la necesidad de la solidaridad internacional para avanzar en la lucha contra la precarización y el abuso laboral en un mundo globalizado. Un ejemplo claro de esta tendencia fue la reciente cuarta reunión de la Comisión de Libre Comercio del T-MEC en Arizona, donde las representantes comerciales de México, Estados Unidos y Canadá abrieron el diálogo y señalaron la importancia de los sindicatos en el análisis de estas políticas. Este reconocimiento de que los actores sindicales y los trabajadores participen en la evaluación y evolución del acuerdo muestra un avance significativo que debe llevarse a la práctica. La Secretaría de Economía, encabezada por Raquel Buenrostro, junto con Katherine Tai, de Estados Unidos, y Mary Ng, de Canadá, coincidieron en que los resultados del T-MEC son positivos y subrayaron la necesidad de escuchar a los trabajadores para identificar nuevas oportunidades y una constante mejora en sus condiciones de trabajo y en el bienestar general.

Bajo este contexto, es crucial y seguramente será más en el futuro inmediato que las y los trabajadores y sus sindicatos se integren realmente en las discusiones del T-MEC, de los derechos laborales, ya que la libertad y la justicia deben ser identificados, defendidos y garantizados. Es por eso que, hago un llamado a las secretarías de Economía y de Trabajo y Previsión Social para escuchar y dialogar con las bases sindicales, si bien hay avances, se siguen violando los derechos a la libertad, la democracia y la negociación colectiva. La unión hace la fuerza, y juntos, avancemos hacia un futuro donde la voz de los trabajadores sea escuchada y respetada, la justicia laboral sea una realidad y el sindicalismo moderno y progresista sea el estándar y la base de las nuevas relaciones laborales.

Estamos convencidos de que la fuerza laboral de nuestro país está lista para transformar el mundo sindical hacia uno más justo y digno. Seguiremos trabajando incansablemente para que los trabajadores mexicanos tengan la representación sindical que merecen, moderna y de avanzada, y para que la coordinación nacional sea la clave para defender sus intereses y derechos. Adelante, compañeros y compañeras, porque juntos y unidos, somos más fuertes en la lucha permanente por un mundo mejor.