La planta (Tagetes lucida) conocida comúnmente como pericón, yerbanís o Santa María, es nativa de México, crece en áreas templadas del país y Centro América y pertenece a la familia botánica de las Asteráceas (figura 1).
Su nombre indígena ha permanecido en diversas culturas de México, lo que denota su importancia cultural, ya que todavía lo nombran en su lengua de varias formas: mikua en otomí, yita perico en mixteco, tzitzak en tzeltal, kurukumín en purépecha, guía laga-zaa en zapoteco, tumusáli en huichol, yu´bat en tepehuano, xpuhuc en maya, ohoom en huasteco, basigó y sabarina en rarámuri y yerbanís en guarijío, entre otros nombres.
Publicaciones que refieren al pericón a lo largo de los siglos
Entre las fuentes históricas, que incluyen información sobre esta planta está el llamado Códice Florentino o Historia General de las Cosas de la Nueva España (1540-1585), donde la nombra como yauhtli, la cual describe y menciona sus usos medicinales y rituales dedicados principalmente a Tlaloc (figura. 2).
En el Códice de la Cruz Badiano o Libellus de Medicinalibus Indorun Herbis (1552), se le aplican los nombres de yyauhtli y cuauhiyyauhtli, se consigna para varios padecimientos, como la tumoración de las mamas, para detener su hinchazón y para aliviar la fatiga del que administra la república y desempeña un cargo público, entre otros.
En la Historia Natural de Nueva España (1571 a 1576), se describen varios tipos de yyahutli. Para la planta que coincide con la descripción de la especie de Tagetes lucida, menciona que presenta olor exactamente al anís y la nombra como hierba de las nubes ya que resuelve nubes en los ojos, también menciona que evacúa la orina, estimula las reglas, provoca el aborto, es favorable al pecho, alivia la tos, quita flatulencia, estriñe el vientre demasiado suelto, entre otros varios usos (figura. 3).
Otras fuentes del siglo XVIII de Chihuahua reportadas por los franciscanos en 1776-1777 en San Buenaventura, Cerocahui y Suasivo cerca de Chínipas lo reportan para tratar la indigestión. Por su parte el jesuita Juan Esteyneffer (1712) la reporta para las almorranas y mal de madre.
A finales del siglo XIX (1890-1891) Edward Palmer (el colector botánico) documentó en Colima que se empleaba para ahuyentar a las pulgas de los colchones y que se vendía en tiendas. Otro colector de plantas Rose (1899) en sus notas sobre plantas útiles de México, menciona a Tagetes lucida, como una de las plantas más usadas en el occidente de México, que se bebe como te y contra las mordeduras de alacrán, fiebre y escalofríos.
Usos actuales:
Es una planta medicinal muy empleada en vastas regiones de México, de acuerdo al Atlas Medicinal de la Medicina Tradicional Mexicana. En el norte, centro y sur de se emplea en “tesito” (infusión de la parte aérea) principalmente para aliviar cólicos, dolor de estómago, empacho, vómito, diarrea y disentería. También se le atribuyen otros como usos para el tratamiento de padecimientos como: tos, asma, resfriados, tifoidea y calenturas intermitentes, entre otros.
El Pericón en la región de Ozumba, Estado de México, estudio de caso
De acuerdo a un estudio que realizamos en el sureste del Estado de México en el Tianguis de Ozumba (uno de los tianguis regionales del Estado de México de gran importancia). Desde 1994 documentamos que el pericón fresco estaba presente para la venta de julio a octubre. Pero su pico de comercialización era especialmente una semana antes de la fiesta de San Miguel (el día 29 de septiembre) (figura 4).
Mencionan los vendedores de este tianguis que se emplea para uso ritual y medicinal, lo que nos recuerda a lo reportado en al Códice Florentino. En cuanto al uso ritual, se adornan las iglesias con advocación de San Miguel principalmente (figura 5), se colocan cruces elaboradas con la planta del pericón el día 28 de septiembre en puertas y ventanas de los hogares, los comercios, en las esquinas de las milpas y los vehículos de transporte, para que el 29 de septiembre, que es el día que se conmemora a San Miguel, él pueda erradicar con su espada flamígera al mal, en los lugares que no han sido enflorados.
Desde el punto de vista mágico-religioso, el pericón podría considerarse como una cadena que une el presente con el pasado prehispánico. En el pasado el yauhtli estuvo fuertemente relacionado con los dioses de la lluvia. Con la conquista y las nuevas creencias religiosas el pericón se asoció a San Miguel, divinidad protectora de las cosechas y con poder sobre el agua y el rayo. Por lo que en la región del Popocatépetl todavía se relaciona con el clima. Cuando hay tempestades fuertes con muchos truenos o granizo, el pericón se quema en la casa para que ahuyente al mal y se calme el tiempo, lo que recuerda su relación con Tlaloc. Además, se emplea como condimento, para hervir los chayotes y los elotes, para que tengan el sabor anisado.
Como remedio, actualmente se emplea para dolor de estómago, para baños, para sahumar la ropa y que no salgan ronchas. Usanzas que coinciden tanto en el sureste del Estado de México como en Morelos, además del uso para los nervios y limpias.
Si comparamos los usos actuales con los reportados en las fuentes históricas, observamos que la mayoría se han olvidado. Pero han pervivido principalmente en el imaginario colectivo, para padecimientos del aparato digestivo, ahuyentar los insectos y para problemas de nacimiento y puerperio.
Planta silvestre recolectada en varias comunidades
Con base en nuestro estudio realizado en el área de Ozumba y estado de Morelos, hemos documentado que el pericón es una planta silvestre, que desde épocas pasadas se ha recogido en el área de influencia del volcán Popocatépetl. Varias comunidades de los alrededores de este volcán se organizan para ir a recolectar el pericón a zonas más bajas del estado de Morelos, actualmente siguiendo el camino de Ciudad de México a Cuautla (carretera federal México-Cuautla: MEX 115), donde existen parajes reconocidos, que tal vez, desde la época prehispánica eran algunas rutas de intercambio entre tierra fría y tierra caliente. Los recolectores de tierras más frías mencionan parajes más templados, donde año con año acuden para su recolección.
Hemos documentado que recolectores de comunidades como: Nepantla, Amecameca, Tecomaxusco, Tepetlixpa, Ecatzingo y Cuecuecuautitla, acuden al estado de Morelos a parajes de: Yecapixtla, Tetela del Volcán, Tlaltetelco, Atlatlahucan, Achichipico y Tlayacapan, principalmente, de junio a octubre, para recolectar el pericón que posteriormente se comercializará. También hemos documentado vendedores procedentes de Cuautla que acuden a recolectar en la misma carretera federal México-Cuautla (MEX 115) pero a la altura de Yecapixtla. Así como recolectores de Atlatlaucan y Tlaltetelco que recolectan en su mismo municipio. Todos ellos comercializan su pericón de junio a octubre, principalmente en el Tianguis de Ozumba, para la fiesta de San Miguel el 29 de septiembre.
Comentarios Finales
Como se mencionó, el pericón es una especie de planta que ha sido empleada por sus propiedades medicinales y rituales desde la época prehispánica, que ha resistido los embates del tiempo y los cambios culturales, adecuándose a los usos y creencias actuales. Los usos medicinales que han pervivido principalmente son para el aparato digestivo y para problemas de la mujer. Usos que han sido estudiados farmacológicamente demostrando su efectividad.
Además, sus manifestaciones rituales relacionadas con Tláloc (Dios de la lluvia) desde la época prehispánica, han pervivido principalmente en la región de influencia del volcán Popocatépetl, en sincretismo con la religión católica representada por las cruces de pericón y fiestas, tal es el caso de la fiesta de San Miguel.
En cuanto a la conservación de las poblaciones naturales, su cultivo representa una gran oportunidad, para desarrollar siembras de esta especie y así apoyar a su conservación, lo que permitirá continuar con las tradiciones en el futuro y no lamentar la disminución de sus poblaciones naturales como resultado de la sobre colecta.
Agradecimiento: a Virginia Evangelista por la elaboración del mapa.•