Banamex: todavía no es de Larrea // Reportan supermercados buenas ventas en enero // México revoca permisos a maíz transgénico
El silencio de García Luna // Mudez por temor //¿Riqueza acumulada? // Glifosato y maíz transgénico
Grandeza de la CDMX
EU, brutal bloqueo // Derecha, histérica y venenosa // Cártel de Sinaloa, como nunca
El silencio cómplice de García Luna
l último testigo de la fiscalía en el juicio que se sigue en Nueva York a Genaro García Luna, quien fue secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón y director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) en el sexenio de Vicente Fox, confirmó y consolidó ayer los testimonios presentados en ese proceso legal: Jesús El Rey Zambada afirmó que se entrevistó con el acusado para entregarle 2 millones de dólares en efectivo y que antes había atestiguado en el mismo sitio –el restaurante Champs Elysées, en Paseo de la Reforma– otra entrega en la que el cártel del Pacífico le dio al ex funcionario 3 millones de dólares para asegurarse protección e impunidad. Lo dicho por el ex cabecilla de esa organización delictiva confirma las aseveraciones de otros antiguos capos de la droga, concretamente, Sergio Villarreal Barragán, El Grande, y Óscar Nava Valencia, El Lobo, sobre los vínculos de García Luna con el tráfico de drogas.
Aplaude veto al maíz transgénico y al glifosato
uando hay voluntad política, hay transformaciones profundas. Sabemos que no se dan los cambios de la noche a la mañana, éstos tardan, pero llegan; por ejemplo, ayer se logró lo inimaginable: el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó el decreto por el que se establecen diversas acciones en materia de glifosato y maíz genéticamente modificado.
n un recorrido por el Cardiocentro Pediátrico William Soler, su director explica la condición de varios de los pacientes que han sido internados allí. Entre los padecimientos están los males congénitos, la cianosis, el trastorno del ritmo cardiaco y el defecto del canal atrioventricular. Localizado en La Habana, al cardiocentro llegan pacientes de todas las provincias de Cuba y también se ha tratado a niños de 40 países.
i bien podemos dar como inicio oficial
de la ciencia la fundación de las primeras sociedades científicas (la Royal Society en Inglaterra en 1660 y la Académie Royal des Sciences en Francia en 1666), no fue hasta el siglo XIX cuando se trazaron las grandes avenidas en los principales campos del conocimiento a través de las obras de los grandes pensadores decimonónicos. El siglo XX, en contraste, fue testigo de la expansión explosiva y de la multiplicación del conocimiento que no sólo llevó a la proliferación de investigadores e instituciones, sino a la especialización y parcelización del conocimiento. Hacia 2015 la Unesco reportó la presencia de 8 millones de investigadores en el mundo, y una fotografía
o mapa de la ciencia contemporánea basado en el análisis de 20 millones de artículos; develó cientos de disciplinas, campos y especialidades.
ditorial Heidelberg, establecida en Monterrey, Nuevo León, republicó El hotel de las Cuatro Estaciones, de José Luis Ontiveros. En su catálogo pueden encontrarse libros de propaganda ultraderechista, como A handbook for Right-Wing Youth, de Julius Evola, 1973. El año en que nació el Front Nacional y otros artículos, de Francois Duprat, y ¿Qué es ser nacional-revolucionario?, de Juan Antonio Llopart Senent.
e pronto los gringos cayeron en la cuenta de que habían errado en sus decisiones de los años 1990. El neoliberalismo les mareó la perdiz y concluyeron que, como única
potencia planetaria, podían decidir lo que fuere, porque su fuerza económica y militar era indisputable. Decidieron deslocalizar la industria, cuestión por demás favorable a los capitales industriales siempre en busca de zonas con bajos salarios. Pero la derecha trumpista dijo vamos mal
, y todos en EU cayeron en la cuenta de que el mundo había seguido girando: ahora demócratas y republicanos compiten: a ver quién es el mayor antiglobalista.
stamos a dos días del aniversario 27 de la firma de los acuerdos de San Andrés. Nos equivocaremos si los descalificamos con la mirada puesta en las traiciones sucesivas por la parte estatal; ciertamente no se olvidan y, sin embargo, se trata de un documento que marcó una etapa clave en la lucha de los pueblos indígenas. Como insisten los zapatistas, construya su autonomía cada quien según su geografía y posibilidades, a su modo, pues. He insistido en que rompamos con la tentación de las efemérides, porque igual que tenemos un 16 de febrero de 1996, éste fue precedido por el 9 de febrero de 1995, que no tuvo nada que ver con la Marcha de la Lealtad que recientemente evocó el gobierno federal; esos son otros datos históricos, porque el de 1995 sí que significó una traición mayúscula y golpe artero al proceso de paz que se pretendía reiniciar con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, pues los llamados diálogos de Catedral habían quedado en el limbo con la crisis que significó el asesinato de Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo de 1994. Bien sabemos que la crisis que generó el golpe de ese 9 de febrero llevó a construir un andamiaje legal para el proceso de diálogo entre el EZLN y el gobierno federal en cuyo marco se firmó el documento de la mesa uno que en los hechos derivó en la mesa única, pues hasta hoy está suspendido el diálogo y no hubo desde septiembre de 1996 visos serios de intentos de retomar el camino del diálogo, cuyo intento se dio en el foxismo en 2001 y, ante la contrarreforma indígena, el EZLN se replegó a la construcción de sus espacios autonómicos. Los pueblos en el resto del país se sumaron a esa construcción en los hechos, enfrentando al Estado que, en su lógica neoliberal, aprobó todo un andamiaje constitucional y legal para el despojo, en especial con las reformas minera y energética. Ni qué decir que la agenda de paz y reanudación del diálogo no ingresó a la llamada Cuarta Transformación.
a actual situación sociopolítica en Francia es amenazadora para la estabilidad gubernamental. Brotes de huelgas aquí y allá, en complejos indispensables al equilibrio, contenidos aún por los sindicatos para no ganarse la antipatía pública, manifestaciones gigantescas en la capital y en provincia, movimientos que tambalean la paz social. El detonador de estas circunstancias parece ser la reforma de las jubilaciones que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, pretende imponer a pesar del rechazo y la impopularidad mayoritaria de esta medida. Los franceses se niegan al aumento de los años de trabajo para jubilarse y a las medidas que reducirían las pensiones. El argumento de la imposibilidad financiera de continuar con el estado actual de la jubilación sin alargar la duración laboral no disuade a una mayoría convencida de hallar el dinero en otras capas sociales y no caer, como siempre, sobre las espaldas de los trabajadores. ¿No se encuentra, acaso, el dinero suficiente para ayudar la guerra en Ucrania, por ejemplo, o sostener los beneficios de los privilegiados?